¿Qué santos se celebran en diciembre y cómo seguir su ejemplo?
En diciembre celebramos Adviento y Navidad. Es el mes del festejo del Santo de santos, nuestro Señor Jesucristo.
Adolfo Prieto es licenciado en Administración de Empresas por la Universidad Iberoamericana; tiene una segunda licenciatura en Ciencias Religiosas por la Universidad Pontificia de México y la Universidad La Salle; una maestría por en Ciencias de la Familia por el Instituto Juan Pablo II de la Universidad Anáhuac y otra en Teología por la Universidad Lumen Gentium. Actualmente cursa un doctorado en Teología Espiritual.
Diciembre es un mes en donde se desborda la alegría por el festejo cristiano del Adviento y la Navidad y por consecuencia el festejo del Santo de santos, nuestro Señor Jesucristo.
En el cristianismo, la santidad de Jesucristo es fundamental, ya que es considerado el modelo perfecto de santidad en el cumplimiento de la ley divina. La santidad implica, como ya lo hemos dicho, una vida de plena comunión con Dios, sin pecado y dedicada al amor y al servicio a los demás, ¿quién mejor ejemplo que Jesús?
Jesús, en su naturaleza divina y humana, vive una vida de total obediencia a la voluntad del Padre, en su amor incondicional hacia todos, sobre todo los más vulnerables, y en su capacidad para actuar con justicia, misericordia, y compasión.
En los Evangelios podemos darnos cuenta de como Jesús lleva una vida de oración constante, de servicio a los más necesitados y marginados, y de predicación de un mensaje de paz, reconciliación y salvación para la humanidad; “Después de despedir a la multitud, subió al monte a solas para orar; y al anochecer, estaba allí solo” (Mt 14, 23); “El Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos” (Mt 20, 28); “La paz les dejo mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No se turbe su corazón ni tenga miedo” (Jn 14, 27).
Te recomendamos: Adviento para niños: explicación, actividades y libro de dibujos y juegos
La santidad es un acto de amor a Dios y que mejor prueba de amor que la de Cristo en su sacrificio en la cruz, en donde en un acto libre en obediencia al padre, se entrega por nuestros pecados. Esta entrega es el mayor ejemplo de amor y santidad. “¡Padres mío! Si es posible, que pase de mi este cáliz. Sin embargo, que se haga tu voluntad y no la mía” (Mt 26, 39-42)
Para los cristianos, la santidad de Jesucristo es tanto un misterio como una meta a seguir. Él es visto como el “camino, la verdad y la vida” (Juan 14, 6), y su vida es el modelo al que los creyentes están llamados a aspirar, con la ayuda de la gracia divina. A través de su ejemplo, los cristianos buscan vivir una vida santa, en comunión con Dios y en servicio a los demás.
¿Qué santos se celebran en diciembre?
Otros santos que se celebran en diciembre son: San Francisco Javier (3), San Juan Damasceno (4), San Nicolás (6), San Ambrosio (7), Purísima Concepción de la Virgen María (8), San Juan Diego (9), Nuestra Señora de Guadalupe (12), San Juan de la Cruz (14), San Lázaro (17) San Esteban (26), los Santos Inocentes (28) y muchos más.
¿Qué es el Adviento?
Hablemos del tiempo de Adviento. La palabra adviento, del latín ‘adventus’, significa “venida”. Al iniciar este tiempo, comenzamos un nuevo ciclo litúrgico, que para finales del 2024 y durante el 2025, hasta el próximo adviento, estaremos viviendo el “Ciclo litúrgico C”. El adviento es época de preparación espiritual, de cuatro semanas, antes de la Navidad, para preparar nuestro corazón en la esperanza y en el arrepentimiento de nuestros pecados para la llegada del Señor.
TE RECOMENDAMOS:
Ritual para encender la Corona de Adviento 2024
¿Qué nos sugiere la Iglesia católica para vivir el adviento en familia?
Cuatro consejos:
- La “Corona de Adviento”. Se remonta en las familias a los primeros cristianos del norte de Europa, es una tradición muy bella. La corona de adviento debe llevar, al menos 4 velas, 3 moradas y una rosa. Algunos le ponen una quinta vela blanca para significar el nacimiento de Jesús. Estas velas, las moradas y la rosa, se van encendiendo cada domingo de adviento y la blanca el 24 por la noche. Las velas moradas representan la penitencia y la oración, la vela rosa, el ‘Gaudete’, que significa la alegría por la proximidad de la llegada de Jesús, la cual se enciende el tercer domingo de adviento.
- Lectura de la Palabra. La Palabra de Dios es fundamental en nuestra vida de fe, por eso, meditar las lecturas del tiempo de adviento nos ayuda a estar en sintonía con el adviento. Al encender las velas se aprovecha para escuchar la palabra de Dios con alguna lectura propia del día, como pueden ser: Mt 1, 18-25; Lc 1, 26-38. Estas lecturas se pueden dividir en cuatro, una por domingo. O también se pueden leer las lecturas propias del domingo de adviento que corresponda, lo cual es lo más recomendado.
- Colocar el “Nacimiento” en familia. No hay nada más hermoso que colocar el nacimiento en familia y que los papás o los abuelitos, vayan recordando a sus hijos y nietos, el significado de cada una de las piezas que se van poniendo, recuerden que el niñito Jesús se pone hasta el 24 en la noche con el arrullo que se acostumbre en cada familia, acompañado con cantos.
- Buscar la reconciliación con nuestros familiares, amigos y con Dios. La reconciliación es fundamental para poder vivir en total armonía estas fiestas navideñas, de ahí la costumbre también, de dar regalos en señal de cercanía, amor, amistad, perdón y paz.
Ahora si, estamos listos para el día de la Navidad, 25 de diciembre, solemnidad para conmemorar el nacimiento de Jesús en Belén. Una de las fiestas más hermosas e importantes de nuestra fe católica, que gracias a la virgen María fue posible.
No podemos dejar pasar esta festividad sin recordar a nuestra dulce Madre del cielo, María, que con su sí se logró la salvación y redención de la humanidad entera. María conocedora de la voluntad del Padre no dudo en decirle al Ángel Gabriel que sí aceptaba ser la Madre de Jesús.
Que esta adviento y navidad nos lleven a buscar la santidad de Cristo en cada uno de nosotros. Abramos nuestro corazón y dejemos que Dios actúe en el. ¡Feliz Navidad!