7 de diciembre: Celebramos a san Ambrosio de Milán

San Ambrosio es uno de los cuatro Padres de la Iglesia Latina y uno de los 36 doctores de la Iglesia católica. Fue Obispo de Milán consagrado el 7 de diciembre del año 374, y uno de los más destacados teólogos que influyó en la conversión y el Bautismo de san Agustín.

En su tiempo, fue la voz de más peso en Occidente y entre sus obras destaca el que se reconociera el poder de la Iglesia, excluyó a los paganos de la vida política romana; por ejemplo, impidió que Justina, la emperatriz regente, diera iglesias a los arrianos y a Valentiniano II volver a colocar un altar pagano en el recinto del Senado.

San Ambrosio también introdujo en las iglesias latinas la costumbre griega de cantar himnos poéticos que eran resúmenes de dogmas y oraciones que hoy son conocidas como canto ambrosiano, y a la fecha se entonan dos composiciones suyas: Deus creator omnium y Aeterna rerum conditor.

La influencia cultural de San Ambrosio en la Europa del siglo IV fue enorme.

Gracias a la elocuencia de san Ambrosio muchos se convirtieron

San Ambrosio  nació en el año 339, en Treveris en Renania Palatinado, Alemania; Fue hijo de un Prefecto del Pretorio quien era gobernador de las provincias de Emilia-Liguria, en la Galia, y fue educado en la fe cristiana pues su madre destacaba por su fe cristiana. A la temprana muerte de su padre, la familia se trasladó a Roma donde recibió una esmerada educación y así inició una carrera como hombre de Estado pues era versado en derecho, literatura y retórica.

Fue nombrado cónsul de Milán a pesar de que aún era catecúmeno, y poco después fue bautizado. Gracias a su elocuencia muchas personas se convirtieron pues además predicaba con el ejemplo y siempre se preocupó por el bienestar de sus fieles en especial de los pobres. Él era fiel seguidor del Concilio de Nicea.

Entre sus obras literarias destacan: El misterio de la Encarnación del Señor, Explicación del Símbolo Los Sacramentos y los misterios, De los deberes, La Penitencia, Sobre las vírgenes y las viudas.

San Ambrosio falleció el 4 de abril del 397 en Milán y fue sepultado en la basílica fundada por él y que estaba consagrada a los mártires de su ciudad: los hermanos mellizos Gervasio y Protasio; este templo luego recibió su nombre.

Él es representado en el arte sacro como obispo, al lado de una colmena o con un libro, y es venerado por la Iglesia Católica, la Ortodoxa, la luterana y la anglicana, y frecuentemente es mencionado como una autoridad en materia eclesial. Su fiesta litúrgica es el 7 de diciembre.

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