La Virgen de Guadalupe también se apareció en la Catedral: el Milagro de las Rosas ocurrió ahí

Cuando recordamos la historia de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe, lo primero que viene a la mente es la imagen de la Madre del Cielo revelándose a san Juan Diego en el Tepeyac. Sin embargo, uno de los momentos más decisivos del Acontecimiento Guadalupano no sucedió en el cerro, sino en la Catedral Metropolitana de México.

El Pbro. Ricardo Valenzuela, canónigo liturgista de la Catedral, recuerda que fue en este recinto donde ocurrió el Milagro de las Rosas, el signo con el que Dios confirmó la autenticidad del mensaje de Santa María de Guadalupe.

“La Virgen se apareció en la Catedral. Las rosas las traía Juan Diego aquí, para ver al Obispo de México. Cuando Juan Diego dejó caer las rosas, lo hizo en la Catedral de México”, explica el sacerdote.

El lugar donde cayó la tilma de Juan Diego

El famoso episodio narrado en el Nican Mopohua señala el momento en que Juan Diego despliega su tilma ante fray Juan de Zumárraga, dejando caer rosas imposibles de encontrar en invierno.
Pero pocos saben que este acontecimiento ocurrió físicamente en la antigua Catedral, ubicada en el mismo sitio que hoy ocupa la actual.

Aunque el edificio que conocemos comenzó a construirse en 1573, la sede episcopal ya estaba establecida ahí, lo que convierte a la Catedral en un espacio clave dentro de la historia guadalupana.

Un dato poco conocido del Acontecimiento Guadalupano

A pesar de que millones de fieles peregrinan cada año a la Basílica de Guadalupe, son muy pocos quienes conocen que el Milagro de las Rosas sucedió en la Catedral Metropolitana, uniendo espiritualmente al Tepeyac con el corazón de la Iglesia en la antigua México-Tenochtitlan.

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El mensaje que Juan Diego trajo a la Catedral

Juan Diego recorrió el camino desde el Tepeyac hasta la Catedral llevando en su tilma no solo rosas invernales, sino el mensaje de amor y consuelo que la Virgen de Guadalupe venía a ofrecer al obispo y a todo el pueblo.

Recordar que este momento ocurrió en la Catedral ayuda a comprender que la presencia de la Virgen no solo transformó el cerro del Tepeyac, sino también la sede de la Iglesia en México, donde la historia de la salvación dejó una huella imborrable.