La Catedral de Cuernavaca, una joya arquitectónica de Morelos

La Catedral de Cuernavaca, que se encuentra sobre una de las colinas de esta ciudad del Estado de Morelos, fue la quinta fundación franciscana y como la Catedral de México, está consagrada a la Asunción de la Virgen María.

Se empezó a construir en 1529, es decir, cinco años después de la llegada a México de los primeros 12 franciscanos, y se concluyó en 1574, pensada en la evangelización de los indios Tlahuicas que habitaban en la entidad, sin embargo, sería elevada a rango de Catedral hasta 1891, cuando el Papa León XIII creó la Diócesis de Cuernavaca.

Uno de sus principales atractivos de esta Catedral son los sorprendentes murales realizados en color pastel y que se encuentran sobre sus paredes laterales; el mural está dedicado a los 27 mártires en una colina de Nagasaki, en Japón, y que fueron sacrificados por odio a la fe el 5 de febrero de 1597, entre los que se encontraba San Felipe de Jesús, primer santo mexicano.

Te recomendamos: ¿Por qué Nagasaki, en Japón, es la ciudad de los mártires?

El mural principal de esta serie de escenas mide 30 metros de largo por 8 de alto; al parecer se realizaron a mediados del siglo XVII, cuando se conoció en México la noticia de la beatificación de estos mártires, y fueron catalogados en 1975 con un estilo conocido como Techialoyan, aunque se dieron a conocer de manera somera en 1957, ya que habían sido cubiertos con cal entre 1867 y 1880.

Su restauración comenzó en 1959. En este proceso de remodelación de la Catedral participó el prestigiado arquitecto Fray Gabriel Chávez de la Mora, en tiempos del obispo de Cuernavaca Sergio Méndez Arceo.

La Catedral de Cuernavaca forma parte de la Ruta de los Conventos del Estado de Morelos, en donde hay magníficos templos de las tres primeras órdenes religiosas que estuvieron en México: Franciscanos, Dominicos y Agustinos, 17 en total, siendo los más relevantes la Catedral, Jiutepec y Tetela del Volcán; Oaxtepec, Tepoztlán, Totolacapan, Tlayacapan, Yecapixtla, Ocuituco, Zacualpan, Jantetelco y Jonacatepc, lo que da una idea de la importancia de las tres órdenes religiosas en la región.

En estos templos se puede apreciar la rica arquitectura, y las pinturas en sus muros que fueron realizadas por manos indígenas. No en balde, Hernán Cortés mandó construir un palacio para él en la ciudad de Cuernavaca, en la colina que está enfrente a la de la Catedral

La Catedral de Cuernavaca también es famosa porque junto a su fachada principal está la capilla abierta más grande de los conventos mexicanos, y este elemento arquitectónico, propio de las iglesias mexicanas del siglo XVI, era necesario en el proceso de evangelización ya que los indígenas estaban acostumbrados a asistir a actos religiosos en espacios abiertos, además de que los españoles consideraban adecuado de que pudieran entran a los templos una vez que hubieran sido bautizados.

En el centro del atrio que está arbolado, se encuentra histórica una cruz atrial de piedra, bellamente labrada a manera de códice con símbolos de la Pasión de Cristo, y las paredes que rodean el atrio están almenadas, como en otras construcciones del siglo XVI.

La Catedral, que fue el antiguo convento Franciscano de la Tercera Orden, y que incluye varias capillas en el atrio, fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1994.