¿Es congruente ser cristiano y vivir deprimido?

Leer más
COLUMNA

Columna invitada

Padre, un hermano del alma

Yo no conocí a mi papá, pero tengo un tío al que quiero como si fuera mi padre. Se llama José Luis, y este domingo lo festejaré con sana distancia.

19 junio, 2020
Padre, un hermano del alma
Doctor Salvador Guerrero Chiprés
POR:
Autor

Coordinador del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5 CDMX). 

Hace 41 años, un coro integrado por niños de colegios Maristas y estudiantinas, cantaron al Papa Juan Pablo II “Amigo” de Roberto Carlos, durante su visita por nuestro país. Aunque muchos recordamos esa melodía como casi un himno dirigido hacia la autoridad del Vaticano, hoy en día también la usamos para felicitar a los padres y abuelos.

Yo no conocí a mi papá, pero tengo un tío al que quiero como si fuera mi padre. Se llama José Luis, y este domingo lo festejaré con sana distancia, igual que lo haré con mis hijos. Así toca este año, pues por muchas ganas que tengamos de abrazar a la familia, hay que recordar que seguimos en emergencia sanitaria, así que es mejor quedarnos en casa.

La paternidad responsable, al igual que la maternidad, es un pilar de nuestra comunidad. Hoy la celebramos recordando que también es importante que las y los hijos les honremos y brindemos protección para que vivan con salud y seguridad. Siempre lo digo de esta manera: cuidar de quien nos cuidó, es un privilegio.

Lamentablemente, en la Línea Plateada del Consejo Ciudadano 55 5533-5533, donde se brinda atención especializada a personas adultas mayores, este año hemos recibido centenas de reportes de hombres mayores de 65 años de edad que sufren algún tipo de agresión por parte de sus hijos. No es la mayoría, pero es importante mantener el compromiso con la lucha contra el maltrato de los adultos mayores.

Te puede interesar: Ante el coronavirus, la calma sea contigo

¿Qué podemos hacer en colectivo para impedir la violencia, el olvido o abandono y mejor fomentar el cariño, la presencia (en espíritu, pese a la distancia)? Primero sensibilizar a quienes nos rodean sobre los derechos de las personas, especialmente de los adultos mayores. Segundo: reconocer que, de sangre o no, todos somos hijos y hermanos: piezas fundamentales de la comunidad. Podemos alzar la voz contra quien ha perdido la fe y el cariño, y podemos también acercar la ayuda para que todos puedan encontrar paz.

Nuestro corazón puede ser una casa de puertas abiertas, como dice la canción del cantautor brasileño. Con ahínco, tenemos que fomentar la “Dignidad Mayor” -así llamamos a nuestro respectivo eje de acción ciudadana- de quienes nos rodean; con ello lograremos cumplir el mandamiento: honrar al padre, al “amigo” del alma.

Quiero mandar una felicitación especial a los papás que crían solos. En el Consejo Ciudadano tengo varios compañeros que todos los días se ocupan por acompañar a sus hijas e hijos con todo el esfuerzo que eso implica. No sólo al trabajar con compromiso para ser proveedores, sino también entregando toda su atención, amor y la supervisión educativa o de nuestras capacidades de comprensión, adaptación y aprendizaje, que todos necesitamos aun siendo mayores, en cada detalle.

*Salvador Guerrero Chiprés es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.

Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.

¿Ya conoces nuestra revista semanal? Al adquirir un ejemplar o suscribirte nos ayudas a continuar nuestra labor evangelizadora en este periodo de crisis. Visita revista.desdelafe.mx  o envía un WhatsApp al +52 55-7347-0775

 


Autor

Coordinador del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5 CDMX).