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COLUMNA

Ángelus Dominical

Ángelus dominical: Lo mucho que no se ve

Lo que se ve a primera vista de ordinario es mucho menor que lo no se ve, y para muestra algunos ejemplos.

11 julio, 2021
Ángelus dominical: Lo mucho que no se ve
Angelus Dominical.

LO QUE SE VE -sin que nadie te fuerce- de ordinario es mucho menor que lo no se ve; con esta afirmación que establezco como propia aunque alguien ya la haya patentado, comienzo un debate con quien quiera que se atreva a contradecir lo que escribo con mi “pc” y mis diez dedos (¡antes decíamos: con mi puño y letra!)…

PIENSA -DE ENTRADA- en un iceberg o en tu lengua: del primero ya no explico más, y de la segunda solo afirmo que por algo todos los médicos auténticos te revisan si la tienes blanquecina, amarillenta, rosada o seca, si la saburra es superficial o se ve pastosa, si hay alguna irritación o si se ve hinchada y algo obscura ¡cuidado!, tal vez estás intoxicado…

MIRA UN HORMIGUERO: parece poco lo que ves, pues debajo de un hoyo que podría fácilmente borrarse con el pie, hay todo un laberinto de pasillos, galerías, cámaras de almacenamiento de alimento, salas para las larvas y pupas, túneles y más túneles, ¡todo un laberinto en donde ellas se mueven como en su casa!…

SI YA TE VACUNASTE sólo viste una jeringa y un minichisguete que te aplicó la enfermera con toda gentileza y siguiendo los protocolos debidos, pero detrás está todo un sistema de laboratorios, investigadores, aparatos raros y otros rarísimos, experimentos, ensayos/errores, posibilidades, técnicas, información, métodos y procedimientos que se deben seguir para llegar ¡a unas gotitas que te ayudarán a enfrentar la enfermedad con muy buenas posibilidades de éxito!…

HAY ÍNDICES QUE presentan la incidencia delictiva -por ejemplo- pero casi siempre la realidad es mayor de lo que presenta el estudio o investigación más esmerada; y para no ir tan lejos de lugares comunes veamos que el número “oficial” de afectados por la pandemia, apenas es una tercera parte de lo que sucede realmente…

SI EL TURNO ES DE DIOS, ya ni se diga: lo mucho que ya conocemos de Él -en efecto: nos parece mucho- es apenas una brizna, una pavesa, un serrín, una migaja, un polvo, una arena de la playa o gota de la inmensidad del mar; lo dicho: lo que se ve es mucho menor de lo que no se ve…

ME INVADEN DOS -solo 2- actitudes ante lo afirmado: 1) que si el mucho mal que veo es apenas una ronchita que disimula tanta podredumbre, pues debo actuar con mayor precaución y cuidado; 2) que si el poco bien que veo -y siempre me parecerá poco- es apenas una chispa casi insignificante, ya debo abrirme a la esperanza y acordarme de lo que señala el libro de la Sabiduría (3,7), que los justos se multiplicarán como chispas en un cañaveral…

A JESÚS LE GUSTABA hablar de la semilla de mostaza o del grano de trigo, imágenes que encierran una esperanza auténtica y activa, comparaciones que no dejan lugar a la desesperación o al tremendismo, adelantos de la victoria ya anunciada: la victoria de la luz y la verdad, de la vida y la paz, de la justicia y la bondad, de la belleza y la unidad…

POR CONTRASTE, si alguien se empeña en mostrarte algo -y hasta te fuerza sutil o cínicamente- de ordinario será porque hay un interés oculto, una doble intención, una velada manipulación para que compres, cedas, te emociones y hasta te parezca atractivo lo que no pasa de ser engaño (¿te acuerdas que Satanás le mostró a Jesús tooooodos los reinos del orbe?)…

EN EL AÑO 2014 apareció una película que se llama “Lucy”, una ficción entretenida y cautivadora, que explota la idea de que apenas aprovechamos una décima parte de la potencialidad del cerebro, y que si tuviéramos la posibilidad de utilizar al 100%, casi casi estaríamos tocando el cielo con la mano…

SI TE ANIMAS Y LA VES, no te olvides que un objetivo de la ficción es hacer pasar como verdadero lo que no va más allá de ser promesa de saliva, que la ficción de ordinario se queda en slogan de campaña política, en trama malévola de mercadotecnia despiadada; en otras palabras: si mañana tras mañana te recetan y/o aplican un anuncio espectacular o una novedad claramente inflada, acuérdate que la ficción consiste en mucho celofán y poco contenido, en mucho empaque y poca sustancia…

LLEGO A SUPONER que internet y las redes sociales, así como la multiplicidad de medios de comunicación -actuales y antiguos- tienen su germen de putrefacción allá en el Edén, cuando el más astuto de los animales distorsionó la realidad, cuando la serpiente presentó “otros datos” y no se ajustó a lo que el Creador había señalado; y sí: tanto el hombre y la mujer se dejaron llevar por una publicidad engañosa…

TE PIDO QUE NO te cierres a novedades, pero ten cuidado y no te vayas con la finta suponiendo que por ser “nuevo” ha de ser bueno; tampoco es camino tachar todo lo que ves y no te gusta como parte de una conspiración truculenta o un complot amañado, y -¡abusado!- no te dejes endulzar el oído por ofertas fáciles de bienestar o confort, mucho menos cuando la desesperación ronda como felino hambriento de su presa…

SAN PABLO DABA a los tesalonicences (1 Tes 5,21-23) una recomendación que ahora transcribo sin más y así concluyo por ahora: Examínenlo todo y quédense con lo bueno; manténgase alejados de todo mal; nosotros oramos para que Dios mismo, el Dios de la paz, los purifique y que así pertenezcan sólo a Él…

 

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El padre Eduardo Lozano es sacerdote de la Arquidiócesis Primada de México.