¿Por qué la Virgen de Lourdes es patrona de los enfermos?
Millones de peregrinos acuden al Santuario de Lourdes en Francia, especialmente enfermos.
Desde febrero de 1858, tras las apariciones de la Virgen María en Lourdes, Francia, a la vidente Bernardita Soubirous, comenzaron a verificarse varias curaciones milagrosas que llamaron la atención de los científicos, al tiempo que aumentaban las peregrinaciones a este santuario. El constante fluir de fieles trajo desarrolló a la zona y se comenzó a crear una infraestructura basada en la caridad para dar atención a los enfermos que llegaban al santuario. Así, el 28 de enero de 1885, surgió “La Hospitalité Notre Dame de Lourdes”.
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Han transcurrido 162 años de aquellas apariciones y en “La Hospitalité” han participado más de 40 mil voluntarios de 70 países que han prestado gratuitamente sus servicios a enfermos de todo el mundo. En un informe presentado al ahora Papa Emérito Benedicto XVI, Jacques Perrier, obispo de Tarbes y Lourdes, señaló que “los voluntarios italianos han superado a los franceses en una proporción de 3 mil 36 contra 2 mil 739; le siguen los ciudadanos de los Estados Unidos (471), luego los ingleses (429), los irlandeses (311), los alemanes (252) y los belgas (72)”.
Los voluntarios, además de asistir en sus necesidades a los enfermos y ayudarlos a desplazarse en sillas de ruedas o en camillas, fungen como intérpretes. Los voluntarios no son improvisados. Tienen que prestar sus servicios como aprendices durante cuatro años antes de que sean considerados miembros de la Hospitalité.
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La capacitación no tan sólo va dirigida a la atención de los enfermos, pues además deben saber transmitir alegría, optimismo y apuntalar la esperanza y fe con la que acuden las personas.
Lourdes es la última esperanza de vida, el último recurso para muchos enfermos, el encomendarse a la protección de la Virgen y a Jesús en su Misericordia. Más aún, hay quienes no van a pedir el milagro de sanación sino a tomar las fuerzas para bien morir, en paz y en reconciliación con Dios.
A Lourdes acuden unos 6 millones de personas al año que son atendidos por 30 sacerdotes, 297 empleados permanentes y 95 temporales, para el mes de febrero. El área se compone de 52 hectáreas con 22 lugares de culto cuyo centro es la gruta de Massabielle, donde tuvieron lugar las apariciones.
A un costado de la gruta de las revelaciones está el santuario, la Basílica de la Inmaculada Concepción que mandó construir Mons. Laurence, quien fue el obispo en turno al momento de las apariciones a Santa Bernadette Soubirous. Los demás lugares de culto, corresponden a sitios históricos en la vida de la joven vidente, o a templos que se desarrollaron para atender las necesidades de los peregrinos, e incluso, cuenta con una capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe.
Ciencia y fe
El estudio científico de los milagros de Lourdes dio inicio en 1859 a través de un grupo de especialistas de la Facultad de Medicina de Montpellier, sin embargo, desde que brotó el manantial comenzaron a reportarse casos que fueron examinados por médicos y autoridades locales.
Antes de 1862, se reconocieron 7 curaciones inexplicables que sirvieron como argumentos científicos para conceder el reconocimiento oficial de las apariciones por parte de la Santa Sede.
Como la lista de testimonios era permanente y numerosa, en 1905, el Papa pidió que las curaciones más espectaculares se sometieran a un proceso regular ordinario y así surgió la Oficina de Constataciones Médicas que estudia de primera mano las presuntas sanaciones y es la encargada de turnar los expedientes que son aprobados al Comité Médico Internacional de Lourdes (C.M.I.L.), constituido por 20 especialistas. Este Comité fue creado desde 1947; pero en 1954, Monseñor Théas decidió que adquiriera una dimensión internacional, por lo que se constituyó un grupo plural e interdisciplinario.
A la fecha, el Comité sesiona una vez al año, en el otoño y examina los expedientes que han sido turnos. Cuando se han reunido todos los datos (lo que puede llevar años), el Comité de Médicos, por votación, acepta o rechaza que una curación sea inexplicable, en el estado actual de una ciencia que cada día avanza y cuenta con tecnología de punta. Se requiere una mayoría de dos tercios para que el voto de cada expediente sea considerado afirmativo y se pueda extender una constancia.
Aunado a este procedimiento, en Lourdes existen incontables exvotos y recuerdos que dejan los visitantes, como aparatos ortopédicos, muletas, sillas de ruedas, etc. y que dan testimonio de supuestas curaciones que no han sido estudiadas por la ciencia.