El Evangelio de San Juan, ¿qué es y qué nos enseña?

Al hablar sobre el Evangelio de San Juan, podemos empezar por decir que él es el evangelista del que tenemos más datos por la sencilla razón de que fue el último apóstol en morir y fue muy conocido por los primeros cristianos.

Jn 1,35-39 nos narra la vocación de Juan y Andrés, que eran discípulos de Juan Bautista. Jóvenes e inquietos que por el Mesías dejan sus barcas al cuidado de sus hermanos Santiago y Simón Pedro, y se van a escuchar a Juan el Bautista.

Admirable el papel de Juan Bautista que señala a sus propios discípulos la presencia del mejor de los maestros para que lo siguieran. Juan recordará, muchos años después, hasta la hora en que fue llamado: las cuatro de la tarde.

Juan y Andrés son los primeros llamados y ellos llevan a Jesús a Cafarnaum, donde llamará a sus hermanos y a Mateo, el publicano.

Cafarnaum, la tierra de Juan, será la “casa” de Jesús durante su apostolado en Galilea. Todavía se conserva la casa de Pedro, donde se hospedaba Jesús.

Juan y Santiago, hijos del Zebedeo y de Salomé, fueron apodados “hijos del trueno”, Boanerges, por Jesús mismo, posiblemente por el carácter fuerte de estos dos hermanos. Juan, el más joven de los apóstoles, viene a ser “el  discípulo amado” y correspondería con generosidad a este título al ser el único de los apóstoles que no huyó cuando arrestaron a Jesús.

Él estuvo al pie de la cruz junto a María y recibió el encargo de cuidar de Élla como si fuera su madre. Según la tradición, Juan llevó a María a Éfeso, de donde él fue obispo, hasta la muerte de María, no sabemos si en Éfeso o en Jerusalén.

Obispo de Éfeso, fue desterrado a Patmos, donde escribió el Apocalipsis (por esos se llama “el Águila de Patmos”) y, después regresó a Éfeso donde murió a tan avanzada edad que los discípulos pensaban que no moriría, cosa que él mismo desmiente en su Evangelio.

Es el único apóstol que no murió mártir, aunque si padeció el martirio. Se le pinta con una copa de la que sale una serpiente para indicar que fue envenenado; sobrevivió al veneno.

Juan significa: Dios es misericordioso.

¿Cuándo fue escrito y para qué?

Fue escrito en Éfeso a finales del Siglo I para cristianos de ambiente griego, para decirles que Jesús es el Mesías y el Hijo de Dios, como él mismo lo dice en Jn 20, 30- 31.

Esquema

El Verbo Encarnado, Jn 1, 1-18, llamado también el Prólogo de San Juan.

Testimonio al mesianismo de Jesús, Jn 1,19 al 2,11.

La autorevelación de Jesús por las señales. Jn 2,12 al 12,50 Pasión y resurrección. Jn 13 al 21

Teología

El Evangelio de san Juan no pertenece a los Evangelios Sinópticos porque no responde al esquema de éstos.

Él escribe sin seguir un esquema prefijado, insistiendo más en el Rey que en el Reino.

No repite pasajes ya conocidos y de esa manera vemos que no habla en parábolas.

Resalta las palabras de Jesús, sus acciones y sus milagros como señales de su divinidad.

Resalta la acción del Espíritu Santo en Jesús.

El prólogo de san Juan es toda una clase sobre la divinidad de Cristo y sobre su misión de salvación. Habla de la Verdad. Jesús, y cómo el aceptarla nos hará libres.

Es el Evangelio de los sacramentos. Catequiza sobre el Bautismo, sobre el perdón de los pecados y sobre la Eucaristía. Todo su Evangelio está penetrado de un sentido pascual cristiano que sustituye a la pascua hebrea.

Es el Evangelio del amor del Padre al mundo, presente en su Hijo. Tiene siempre muy presente la relación amorosa de Jesús con su Padre y de nosotros con Jesús. Habla del Reino como de una realidad presente.

Autor

Juan el apóstol es el autor de su Evangelio, aunque, posiblemente, después de su muerte, algunos discípulos  “injertaron” algunos textos, cuyo autor también seria el mismo Juan, que no querían que se perdieran.

De allí que el Evangelio de san Juan parezca no tener un orden en su redacción y que más bien parece una recopilación de textos escritos en diferentes ocasiones.

Representación de San Juan Evangelista en Patmos.

El águila

La altura del pensamiento de san Juan le ha merecido que se le atribuya la figura del águila.

Todo su Evangelio es la expresión de un profundo conocimiento de Jesús y, más aun, de una profunda vida en Cristo.

La teología del Evangelio de Juan es casi un poema nacido del amor sincero de un discípulo a su Maestro. Es un escrito muy personal, casi como si fueran las notas que un anciano escribió para su propio recuerdo. Es una invitación a creer para poder ser salvados.

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