Cada año, en los primeros días de octubre, se presenta un fenómeno meteorológico que capta la atención de los católicos, curiosos y especialistas climatológicos conocido como “el cordonazo de San Francisco” y que provoca en varios países bajas temperaturas y lluvias intensas acompañadas de fuertes ráfagas de vientos.
De acuerdo con la tradición, la presencia de este evento natural presagia la llegada de lluvias y tormentas en algunas regiones, mientras que en otras la entrada de intensos fríos, ¿pero, por qué se le asocia con San Francisco de Asís? A continuación te lo explicamos.
“El cordonazo de San Francisco” es un fenómeno meteorológico que, de dependiendo las regiones, consiste en la presencia de bajas temperaturas o de lluvias intensas y tormentas eléctricas que se presentan durante los primeros días de octubre de cada año.
Si bien es cierto que no es un evento reconocido en todo el mundo, es muy popular en América Latina y algunas regiones de España, e incluso entre los marineros “el cordonazo de San Francisco” indica la presencia de un periodo de tormentas marítimas.
Este fenómeno meteorológico ocurre especialmente el día 4 de octubre, fecha en la que se celebra la festividad de San Francisco de Asís y se tiene creencia de que durante estas fechas el clima se transforma de manera drástica porque marca el final de la temporada de calor y el inicio del otoño.
De hecho, en muchos países la presencia de este evento natural delimita el fin de la estación sequía y el inicio de la estación lluviosa, o la transición verano-otoño para los países ubicados más al norte, y suelen ocurrir con transiciones abruptas al dar paso a la llegada de un clima más fresco y húmedo, que puede llegar a fríos más intensos, ya que como todo efecto meteorológico, estos cambios son impredecibles.
El fenómeno conocido como “el cordonazo de San Francisco” se caracteriza por la presencia de:
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La conexión entre este fenómeno meteorológico y San Francisco de Asís tiene sus raíces en la tradición popular y religiosa, sobre todo porque el santo franciscano es conocido por su amor a la naturaleza y su veneración a todos los seres vivos.
Según la creencia popular, al acercarse su festividad, San Francisco “sacude el cordón de su hábito” para anunciar la llegada de las lluvias, como una forma de bendición a la tierra y las criaturas que dependen de ella; así surge el nombre “cordonazo”, en referencia a ese accesoria que forma parte de su hábito franciscano.
De acuerdo con otras tradiciones populares, el santo fundador de la Orden Franciscana se quitaba el cordón que llevaba atado a su hábito con la finalidad de castigar a los demonios que estaban en la tierra y como resultado llovía estrepitosamente para limpiar el mal; de la misma manera se dice que San Francisco azota las nubes con su cordón, por eso este fenómeno lleva el nombre de “cordonazo”.
Es importante que la presencia del fenómeno meteorológico conocido como “el cordonazo de San Francisco” además de ser una señal del cambio de estación, marque también un periodo de reflexión para los fieles católicos en torno a la figura de San Francisco de Asís.
En ese momento de reflexión debemos tener presente la devoción del santo a la pobreza, la simplicidad y la comunión con la naturaleza, valores que debemos recordar en estas fechas, cuando podemos apreciar el poder de nuestro hábitat y la necesidad de respetar el medio ambiente.
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