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Murió el vocalista de ‘Los Joao’, gran devoto de la Virgen de Guadalupe

En entrevista a Desde la fe en diciembre de 2020, el vocalista de Los Joao, Armando Arcos, habló de su amor a la Virgen de Guadalupe.

15 diciembre, 2020
Murió el vocalista de ‘Los Joao’, gran devoto de la Virgen de Guadalupe
Armando Arcos, vocalista de Los Joao, con un cubrebocas de la Virgen de Guadalupe / Foto: Especial

Como vocalista del grupo Los Joao, don Armando Arcos alcanzó fama nacional e internacional principalmente en la década de los 80, con éxitos musicales como “Vamos a la playa”, “El parasol” y “Disco Samba”, que llegó al cuarto nivel de popularidad en Italia, país en el que estuvo participando en programas de televisión.

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En entrevista con Desde la fe en diciembre del 2020, Don Armando aseguraba que durante sus giras siempre llevó presente a la Virgen de Guadalupe, pues a Ella encomendaba su protección, lo cual le ha agradecido siempre. Pero si algo tenía que agradecerle entonces con todo el corazón, era un suceso reciente: mitigó la angustia que lo invadió al saber que estaba enfermo de cáncer.

Contaba que siempre había sido devoto de la Guadalupana por herencia de su madre, quien, en su natal Xalapa (Ver.), cada 12 de diciembre lo llevaba vestido de indito a celebrarla a un santuario conocido como “El Dique”. Además, su madre le formó una bonita costumbre: poner debajo de su almohada una Virgencita metálica para dormir seguro, sintiéndose amado y protegido.

Lo primero que obtuvo al rezar frente a la Guadalupana, fue una gran paz.

Don Armando pidió a la Virgen de Guadalupe su intercesión frente a la enfermedad.

Un bello milagro

Después de muchos años, don Armando retomó aquella costumbre y volvió a sentir esa seguridad de antaño al colocar la cabeza sobre la almohada. Y es que -dijo-, la Virgen le volvió a mostrar entonces su cercanía tras enterarse de que necesitaba someterse a una delicada operación para superar la enfermedad.

“Al saber de mi cáncer –contaba– estaba pasando por días difíciles, así que mi hermano ‘Monchi’ me llevó a la Basílica a ver a monseñor Diego Monroy, quien me hizo el favor de darme los Santos Óleos a los pies de la Virgen. Yo le dije a Ella: ‘Madrecita linda, háblale a tu Hijo de mí’. Y en ese instante me invadió una confianza indescriptible”.

Ya más sereno, prometió a la Virgen que, de librar la enfermedad, se convertiría en su feliz interlocutor ante la gente: amigos, familiares, conocidos y desconocidos.

Feliz mensajero de la Virgen de Guadalupe

Y como lo prometido es deuda, además de haber retomado aquella hermosa costumbre de colocar una Virgencita metálica bajo su almohada, don Armando comenzó a hablar de la Virgen de Guadalupe con todo aquel que tiene oportunidad. “Ella es tan amorosa y humilde, que nos dice: ‘Yo estoy aquí, pero vayan a mi Hijo. Él está en la Hostia, y los va a escuchar. ¡Vayan a verlo!”.



Autor

Editor de la revista Desde la fe/ Es periodista católico/ Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo de la Facultad de Estudios Superiores Aragón.