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La Virgen de Guadalupe y su relación con la raza negra

La imagen de la Virgen de Guadalupe fue un símbolo de libertad para los esclavos en la Nueva España y también para sus descendientes

7 diciembre, 2018

Los africanos son la tercera raíz racial de México y tienen una relación histórica con la figura de la Virgen de Guadalupe. Fue Hernán Cortés quien trajo consigo a varios esclavos negros, entre ellos a Juan Cortés, quien sembró el primer grano de trigo en el Nuevo Mundo.

Cálculos conservadores señalan que para 1555 había más de 20,000 personas de ascendencia africana en Nueva España y, al igual que sucedió con los indios, fue obligación de los españoles su evangelización.

Los primeros esclavos y sus descendientes no fueron ajenos al acontecimiento guadalupano, pues la Virgen dijo a Juan Diego: “Me honro en ser tu madre compasiva, tuya y de todos los hombres que vivís juntos en la tierra, y también de todas las demás variadas estirpes de hombres; los que me amen, los que confíen en mí”.

Un hecho significativo fue que una mujer negra cuidó en la infancia al primer santo mexicano, Felipe de Jesús, como cuenta la Leyenda de la Higuera. También hubo casos como el del pintor mulato Juan Correa, quien fue el autor de 20 copias de la Virgen de Guadalupe que están en España y en México.

A partir de 1810, con la Independencia, criollos, mestizos, indios y afrodescendientes se incorporaron a la lucha bajo el amparo de la Virgen de Guadalupe, cuya imagen utilizó como estandarte el cura Miguel Hidalgo. Fue entonces cuando esta advocación mariana arraigó más en el sentimiento de los oprimidos que buscaban la igualdad social.

Vicente Guerrero, que era mulato, suscribió el Plan de Iguala con Agustín de Iturbide. Ambos decidieron incluir el color banco simbolizando a la religión católica. Más tarde se convirtió en presidente de México.



Autor

Estudió Periodismo y Comunicación Colectiva en la UNAM. Con 30 años de experiencia en periodismo, se ha especializado en la cobertura religiosa, trabajando en Televisa S.A. y Televisión Azteca. En 1997, recibió el Premio Nacional de Periodismo del Club de Periodistas de México. Ha realizado reportajes en cuatro continentes, incluyendo coberturas significativas como el Jubileo del año 2000 en Roma, los funerales de Juan Pablo II, el viaje de Juan Pablo II a Tierra Santa y el Encuentro Mundial de la Juventud en Sydney. Fue Jefe de Prensa durante el VI Encuentro Mundial de las Familias en México. Además, ha colaborado en publicaciones como Época, Última Moda e Impacto, donde mantiene columnas sobre cultura religiosa. Ha escrito varios libros, entre ellos "El Agua del destino" y "Popocatépetl: Mito, ciencia y cultura". También es comentarista en programas de radio.