El poder de la honestidad

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COLUMNA

Historias ciudadanas

El buen padre

Este domingo celebremos la disposición a una paternidad responsable, amorosa y comprometida

14 junio, 2024
POR:
Autor

Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. 

“¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?”.

Ese pasaje inscrito en Mateo 13:55 revela la dedicación de San José, padre terrenal de Jesús y patrono de los papás, al trabajo honesto y diligente como una forma de servicio a Dios y la familia.

Una vocación celebrada en México el tercer domingo de junio, como un reconocimiento a la responsabilidad paterna en la formación de las y los hijos, a su participación en actividades escolares, deportivas y sociales, en las cuales la calidad del tiempo es tan importante como la cantidad.

La celebración del Día del Padre tiene su origen en Estados Unidos, en 1910, cuando Sonora Smart Dodd quiso rendir homenaje a su papá, quien había criado en solitario a ella y a sus cinco hermanos en una granja de Washington. La idea surgió mientras Sonora escuchaba un sermón sobre el Día de la Madre.

De acuerdo con el INEGI, en México hay 21.2 millones de padres, el 35 por ciento mayores de 50 años, 26 por ciento de entre 40 y 49 años, 25 por ciento de 30 a 39, y 13 por ciento entre 20 y 29 años.

La figura paterna desempeña un papel crucial en la construcción de identidad y valores. Su influencia va más allá de la provisión material y abarca aspectos emocionales, educativos y sociales. Las y los niños observan y aprenden de las acciones, actitudes y comportamientos.

La vida de San José ofrece lecciones perdurables sobre el compromiso en la crianza y educación, la disposición permanente a proteger a hijas e hijos y a tomar decisiones difíciles cuando es necesario para su bienestar.

Un padre afectuoso y responsable proporciona un sentido de estabilidad emocional, así como fortalece el aprendizaje para las relaciones con otras personas y el manejo de conflictos.



Hay un cambio generacional importante. Un papá moderno enseña y modela el respeto por la diversidad e inclusión. Esto implica promover la igualdad y enseñar a construir y mantener relaciones saludables, basadas en la empatía y comunicación asertiva.

El buen padre, ha dicho el Papa Francisco, ofrece sin reservarse nada, asegura protección, perdona sin pedir nada a cambio y esperar con paciencia y confianza.

Este domingo celebremos la disposición a una paternidad responsable, amorosa y comprometida.

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Autor

Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. 

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