Constructores de paz
La paz es un estado dinámico de convivencia en el que se promueve la justicia, el diálogo, la inclusión y el respeto a los derechos humanos.
Coordinador del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5 CDMX).
La construcción de la paz no puede reducirse únicamente a acuerdos entre gobiernos o medidas militares, se construye desde la ciudadanía, en las interacciones diarias en las comunidades y a través de la participación y compromiso por transformar el entorno.
Una muestra de buena voluntad para abogar por la paz fue evidenciada en el pronunciamiento conjunto y sin precedentes entre los líderes de las comunidades judía y libanesa en México, Elías Achar y Daniel Karam, respectivamente.
En su comunicado, respaldado posteriormente por el Canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, se solidarizan con las víctimas civiles y llaman al apoyo de la comunidad internacional para el restablecimiento del orden en Medio Oriente.
Promover mecanismos pacíficos para resolver conflictos en diferentes ámbitos, como la familia, el Estado, las organizaciones o comunidades es fundamental y se puede hacer desde el espacio personal hasta el institucional o gubernamental.
Este 18 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Resolución de Conflictos, una fecha dedicada a mejorar la práctica y el entendimiento para alcanzar acuerdos en las diferencias.
La paz no es solo ausencia de conflicto armado, es un estado dinámico de convivencia en el que se promueve la justicia, el diálogo, la inclusión y el respeto a los derechos humanos. Las y los ciudadanos son agentes del cambio con acciones impulsoras del entendimiento mutuo, la no violencia y la justicia social.
Un ejemplo es la experiencia de Leymah Gbowee, activista liberiana y ganadora del Premio Nobel de la Paz 2011, quien durante la guerra civil en Liberia organizó a mujeres cristianas y musulmanas para protestar pacíficamente contra la violencia y presionar a los líderes políticos. Su movimiento ayudó a poner fin a la guerra civil en 2003 y transformó la percepción del poder de las mujeres.
Como ciudadanas o ciudadanos podemos ser constructores de paz en nuestros propios espacios. El diálogo y compromiso con nuestra comunidad, el respeto ante la diferencia y la diversidad son acciones que impulsan la reconciliación y seguridad. La paz es un proceso participativo, del cual nadie está excluido.
Para conocer más colaboraciones del autor visita su columna Historias Ciudadanas.