¿En qué consiste la novedad del mandamiento nuevo de Jesús?
Este nuevo mandamiento podría incluso recordarnos un poco la regla de oro: “trata a los demás cómo quieras ser tratado. ¿Cuál es entonces la novedad?
Del santo evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena.
Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos, que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros’’. (Jn 15, 9-17)
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“Como yo los he amado”
Muchos discursos del evangelio de san Juan son controversias entre Jesús y los judíos. Menos discursos son enseñanzas o son oraciones de Jesús.
Dentro de los discursos de enseñanzas se encuentran los dos que Jesús pronunció en la Última Cena. Lo que leímos hoy en el Evangelio corresponde al inicio del primer discurso. Tanto este discurso como la oración sacerdotal (Jn 17,1) inician con palabras sobre la glorificación; se nota que el camino de la Cruz tiene un valor revelador y un valor de exaltación. Los primeros cristianos continuaron el uso de la palabra glorificación como el camino del martirio cristiano. Un ejemplo lo tenemos en el cántico a la caridad de la primera carta a los Corintios (1Co 13,3). San Pablo habla de entregar su cuerpo para ser glorificado, como un eufemismo del martirio. Otro ejemplo lo encontramos en San Ignacio de Antioquía, quien pide a los cristianos de Roma que no intervengan porque solamente cuando muera por Cristo se sabrá que es verdadero cristiano.
Después del primer tema de glorificación viene el mandamiento nuevo. La novedad del mandamiento no radica en su formulación inicial, el amor fraterno ya era mandado como el segundo más importante mandamiento después del amor a Dios. Sin embargo, en ocasiones en los discursos de la Última Cena, Jesús pide que nos amemos los unos a los otros cómo Él nos ha amado. La primera vez es en el texto que leímos hoy, la segunda ocasión es en Jn 15,12. El parámetro del Antiguo Testamento al hablar del amor al prójimo es así como uno se ama a sí mismo. Esto nos recuerda un poco la regla de oro: “trata a los demás como quieras ser tratado”. Pero Jesús introduce un parámetro totalmente novedoso: “como yo los he amado”.
En Jn 15,13-17 se da un elenco de seis características del amor de Jesús que ayudan a los discípulos a comprender el sentido de este nuevo mandamiento. En breve: amar es dar la vida, amar es obedecer, amar es darse a conocer, amar es responsabilizarse de la amistad, amar es llegar a fructificar con permanencia y por último, amar es interceder eficazmente.