En Pascua compartamos el gozo de Jesús Resucitado

PASÓ LA CUARESMA y no tengo duda que el ayuno y la abstinencia fueron oportunidad para crecer en la vida según Jesús nos invita: pensando en los más necesitados, en los excluidos, en los que son desechados por las estructuras que justificamos como incluyentes y son tan discriminatorias como quien más…

YA ESTAMOS EN PASCUA florida (así se decía el siglo pasado) y no es ocasión para olvidar la práctica de las obras de misericordia, sino para seguir compartiendo el pan y la sal, la vida y los ideales, ¡la fe y la esperanza!, en un acto de amor y gratitud a Cristo Resucitado…

LAS PRÁCTICAS RELIGIOSAS cuaresmales no podemos dejarlas como hechos que nos hagan sentir buenos y cumplidores sino como oportunidad para abrir el corazón a los demás; de modo semejante, en pascua hemos de hacer el bien no por ser filántropos o “buena-onda”, sino compartiendo el gozo de Jesús Resucitado…

CORRÍA EL AÑO 1513 cuando el conquistador Ponce de León emprendió un viaje desde San Juan de Puerto Rico hacia el norte, pues corría la leyenda de una cierta isla llamada Bimini, donde brotaba –de fuente maravillosa- un agua que permitía conservar lozanía, vigor, salud: la fuente de la eterna juventud…

NO QUIERO JUZGAR ambición fantástica (tal vez la hubo) sino meramente material en aquella expedición, que terminó por encontrar tierras exuberantes y pródigas, y como el descubrimiento sucedió justamente el Domingo de Pascua florida, pues aquellas tierras recibieron el nombre que hoy sigue vigente y que le cayó como anillo al dedo: Florida, en el sureste de Norteamérica…

HABRÁ ALGUIEN QUE quiera emprender viaje a la Luna con el afán de encontrar selenitas (buen motor es la fantasía) pero lo que lleva a naciones enteras a financiar tales aventuras es más material, científico y hasta político: ya se contempla una cierta “minería espacial” para encontrar nuevos o viejos elementos acaso raros en la Tierra, además se alienta el progreso técnico, biológico, cosmológico, y –de paso- se va adelante en la carrera espacial con el sello de una y otra nación poderosa…

REGRESEMOS PRONTO al ámbito de nuestra fe y aprovechemos la Pascua para descubrir tierras y mundos floridos, en donde se proyecte la vida que Cristo nos comparte desde el Bautismo y en los demás sacramentos, que finalmente –podemos afirmarlo con todo gusto- brotan del costado abierto y glorioso del Resucitado…

PON ESPECIAL ATENCIÓN al modo como compartes tu fe, pues no puede quedarse solo como dato para memorizar o como requisito para recibir un sacramento, tampoco ha de limitarse a una proclamación –válida y noble, sin duda- a través de la palabra y en el esquema de una catequesis: ¡la fe arraiga mejor a través de valores e ideales!, ¡a través de la alegría de vivir y el servicio desinteresado!, ¡a través de lo cotidiano pero vivido de modo extraordinario!…

ESTÁN APARECIENDO en la cartelera cinematográfica varias películas con contenido religioso y sólo menciono el nombre -al vuelo- de algunas: Mirando al cielo, Purgatorio, El cielo no puede esperar, Si todas las puertas se cierran; tengo intención de verlas pero más intención tengo de recomendarlas, pues es otro modo de leer el Evangelio, encarnado en la experiencia vivida en carne y hueso, por hombres y mujeres como tú y como yo…

ME ATREVO A DECIR que así como en Semana Santa le dimos tiempo al Viacrucis, a platos cuaresmales, a la procesión del silencio y a otras devociones, así en Pascua démosle espacio a la recreación, al juego, a la fiesta, al encuentro, pero en sintonía con la alegría de toparnos con Cristo Resucitado, adelantando –un poco, al menos- lo que será la fiesta sin fin del cielo que nos espera; ya les platicaré cuántas películas me chuto en es este tiempo pascual…