¿Se puede ser feminista y católica? 4 pensadoras que combinan la fe y la lucha por la igualdad

Leer más

¿Qué son las epístolas en la Biblia y qué nos dicen?

La lectura de estas cartas del Nuevo Testamento nos ayudarán a gozarnos en el amor de Dios y a animarnos al amor de los hermanos.

27 octubre, 2020
¿Qué son las epístolas en la Biblia y qué nos dicen?
La Biblia es la Palabra de Dios. Foto: Cathopic

Las epístolas de la Biblia se encuentran en el Nuevo Testamento y están escritas forma de cartas: Carta de Santiago, Cartas de san Pedro, Carta de san Judas Tadeo y las Cartas de san Juan. Veamos a continuación cada una de ellas.

Carta de Santiago

El autor es Santiago el Menor, hermano de Jesús, es decir, pariente de Jesús y, posiblemente, hermano carnal de Judas Tadeo. Cobró importancia después de la ascensión de Jesús a los cielos, ya que comenzó a ser considerado como uno de los apóstoles más importantes. Obispo de Jerusalén, muere lapidado por orden del sumo sacerdote Anás en el año 62.

La Carta de Santiago fue escrita hacia el año 60 y es dirigida a las doce tribus de Israel; es decir, a los judíos que viven en la diáspora. Así llamaban a los judíos que vivían fuera de Palestina.

La carta expresa el profundo amor a la ley mosaica del autor, pero al mismo tiempo el respeto a la libertad de los neocristianos provenientes del paganismo. No es una carta doctrinal, lo que ocasionó que no se le tomara mucho en cuenta, pero sí es una carta moral que ayuda a entender la justicia social inspirada en el Evangelio.

A través de Santiago conocemos el origen institucional del sacramento de la Unción de los Enfermos.

El griego en que fue escrita esta carta está bien construido, y hasta denota cierta elegancia.

Cartas de san Pedro

Simón Pedro, hermano de Andrés, nació en Betsaida pero vivía en Cafarnaúm, donde se conserva su casa, puesta a disposición de Jesús durante su estancia a las orillas del lago. Pescador hasta el momento de su llamado, llega a ser el principal de los apóstoles y el primado de la Iglesia con el sobrenombre de Kefas (en Arameo), en Latín: Pedro, que significa “roca” o “piedra

Después del Concilio de Jerusalén (He 15) viaja a Roma, capital del mundo, como correspondía a su labor de encargado de toda la Iglesia. Allí fue encarcelado en diferentes ocasiones, y finalmente martirizado y muerto en una cruz de cabeza durante el reinado de Nerón hacia el año 66. Su sepulcro se encuentra en la cripta del Vaticano. La primera Carta la escribió poco antes de su muerte y le pidió a Silvano, secretario de san Pablo, que la redactara porque posiblemente él no sabía escribir en Griego. Está dirigida a los cristianos de la gentilidad.

La segunda carta muestra un estilo muy diferente, lo que hace pensar que, o escogió otro secretario distinto a Silvano o, como muchos opinan, esta carta no es de Pedro. Algunos dicen que es el escrito más tardío de la Biblia, y que fue escrito hacia el año 100.

Carta de san Judas Tadeo

Judas se llama a sí mismo “hermano de Santiago” y, por lo tanto, lleva también el glorioso nombre de “hermano del Señor”. Ello son hijos de “la otra María” que acompañó a María, la Madre de Jesús, al pié de la Cruz.

Esta carta fue escrita entre los años 60 y 70, antes de la destrucción de Jerusalén, para los judeocristianos. Previene a los cristianos contra el error del libertinaje.

Sigue estos consejos para leer la Biblia.

Sigue estos consejos para leer la Biblia.

Las Cartas de san Juan

La Primera Carta fue escrita a finales del Siglo I en Asia Menor, posiblemente en Éfeso.

Escrita como una continuación temática de su Evangelio, previene a los cristianos de Asia Menor contra las herejías nacientes ya en ese tiempo.

La temática puede reducirse a tres ideas capitales: Dios es luz. Dios es Padre, Dios es amor.

Segunda y Tercera de Juan. El autor se llama a sí mismo “Presbítero”, es decir, anciano. Puede referirse a su oficio o a su condición.

La Segunda está dirigida a “Electa”, un nombre femenino, pero posiblemente no se trata de alguna señora, sino más bien de alguna Iglesia del Asia Menor. Una carta pequeñísima, pero rica en contenido. Exhorta a la permanencia en la fe y alaba la caridad.

La Tercera está dirigida a Gayo, un personaje desconocido, y lo alaba por su hospitalidad para con los predicadores del Evangelio que van de viaje. Exhorta a la comunión entre cristianos.

Ambas cartas fueron escritas a finales del Siglo I.

¿Deuterocanónicas?

La Carta de Santiago, la de Judas, la Segunda de Pedro y las Segunda y Tercera de Juan, son consideradas Deuterocanónicas por algunos protestantes y evangélicos, aunque ya todos las incluyen en sus ediciones de la Biblia.

Deuterocanónico significa “de la otra lista” y hace referencia a la lista de los libros inspirados. La Iglesia las considera Inspiradas y están incluidas en la lista (canon) de la Iglesia desde el principio del cristianismo.

Los protestantes les negaron la inspiración porque en ellas se habla muy claramente de que la salvación no viene sólo por la fe, sino por las obras que son signo de la existencia de esa fe.

La lectura de estas cartas nos ayudarán a gozarnos en el amor de Dios y a animarnos al amor de los hermanos.

 

¿Ya conoces nuestra revista semanal? Al adquirir un ejemplar o suscribirte nos ayudas a continuar nuestra labor evangelizadora en este periodo de crisis. Visita revista.desdelafe.mx  o envía un WhatsApp al +52 55-7347-0775



Autor

Nació el 23 de Octubre de 1943. Entró al Seminario Conciliar de México en el año de 1957 y se ordenó en 1969. Dio clases por ocho años de Pastoral Parroquial en el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos. Fue Director del Periódico Criterio de la Arquidiócesis de México y de la Comisión del Diaconado Permanente de la Arquidiócesis de México. Fue columnista en varias revistas y periódicos católicos con temas sobre la religiosidad popular, hasta el día de su muerte, en septiembre de 2021. Actualmente la redacción de Desde la fe lleva su nombre: Redacción Sergio Román del Real, por su invaluable colaboración en este proyecto.