Miércoles de Ceniza 2021: ¿cómo celebrarlo en casa por la pandemia?
Te proponemos varias alternativas para realizar el rito de imposición de la ceniza en casa.
Nota: Esta es una propuesta para celebrar el Miércoles de Ceniza 2021 en casa elaborada para Desde la fe por el padre Alberto Medel, sacerdote de la Diócesis de Xochimilco, especialista en Liturgia.
Este Miércoles de Ceniza 2021, la pandemia de Covid-19 aún representa un riesgo para nuestra salud. Por eso, la recomendación es: Quédate en casa. No salgas. Toma las medidas sanitarias con seriedad y como un servicio de amor al prójimo.
Recibir la ceniza no es necesario para la salvación, es decir, es un signo importante, valioso y con mucho significado mientras se realicen los actos penitenciales que SÍ son obligatorios porque son mandados por la Iglesia, por lo tanto, si no tomas la ceniza, no pasa absolutamente nada, pero si no hacer el ayuno y la penitencia, además de desobedecer la Iglesia, manifiestas que no quieres vivir plenamente la Cuaresma.
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Mire, la oración colecta de la Misa del Miércoles de Ceniza, así lo dice: “Que el día de ayuno con el que iniciamos, Señor, esta Cuaresma, sea el principio de una verdadera conversión a ti, y las prácticas de penitencia nos ayuden a vencer el espíritu del mal”. Como podemos observar, son el ayuno y las obras de penitencia los que expresan nuestro camino de conversión, la ceniza pasa a segundo término.
Ahora bien ¿por qué pasa la ceniza a segundo término, no debemos imponérnosla? Aunque podemos prescindir de ella, si no es posible recibirla, conviene que la recibamos. Sin embargo, dado el tiempo en que estamos viviendo, siendo que lo más prudente es extremar las medidas sanitarias, podemos observar lo siguiente:
Primero: La Santa Madre Iglesia ha previsto como medida excepcional que la imposición de la ceniza, por este año, se realice sólo dejando caer ceniza en la cabeza del penitente sin decir nada, así que si vas a ir a la Iglesia así es como el sacerdote procederá. Puedes leer más al respecto aquí.
Segundo: Si quieres hacer el rito de la imposición de ceniza en tu casa y con tu familia te propongo lo siguiente.
Cosas que prever: Una imagen de Cristo crucificado, un par de velas o veladoras y un recipiente con ceniza.
No tengo ceniza, ¿puedo hacerla en casa?
Si no tienes ceniza puedes hacerla tú mismo. Con las debidas precauciones y en un lugar seguro, toma las palmas y ramas benditas del año pasado, también estampitas o misalitos o cualquier otro objeto sagrado que está deteriorado o ya no usas y quémalos hasta que quede reducido todo a ceniza. Además de la precaución debida, toma tiempo en hacer esta actividad para que la ceniza tenga tiempo de enfriarse.
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Otra opción para tener la ceniza. Para hacer la ceniza, también les propongo hacer una dinámica con la familia: Tomen una hoja personal y, con un bolígrafo, escriba cada uno una pequeña carta a Dios. En esa carta díganle al Señor, que lo han ofendido, que le piden perdón y que le piden su ayuda para retomar el camino de la conversión. Doblen las cartitas y reúnanlas en un recipiente donde puedan quemarlas, tomen las debidas precauciones. Reúnan las cenizas en un recipiente adecuado, en realidad no se necesita mucha ceniza, con muy poca será suficiente. Luego procedan así:
Miércoles de Ceniza 2021: Rito de la imposición de la ceniza en casa
En una mesita, puede ser la mesa de centro de la sala o la mesa del comedor, se ha de colocar la imagen de Cristo crucificado con las velas o veladores, una de cada lado. En frente, el recipiente con la ceniza.
GUÍA: Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y el Hijo y el Espíritu Santo.
TODOS: Amén.
GUÍA: Hermanos, escuchemos la palabra de Dios que nos ilumina sobre el sagrado tiempo de la Cuaresma que hoy hemos iniciado con nuestro ayuno y nuestras obras de penitencia:
LECTOR: De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios.
Hermanos: Somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio, es como si Dios mismo los exhortara a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que se dejen reconciliar con Dios. Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo “pecado” por nosotros, para que, unidos a él, recibamos la salvación de Dios y nos volvamos justos y santos.
Como colaboradores que somos de Dios, los exhortamos a no echar su gracia en saco roto. Porque el Señor dice: En el tiempo favorable te escuché y en el día de la salvación te socorrí. Pues bien, ahora es el tiempo favorable; ahora es el día de la salvación.
GUÍA: La palabra que hemos escuchado, nos exhorta a vivir la Cuaresma como un tiempo hermoso para renovar nuestra vida en el Señor a la luz de su palabra y con la ayuda de las prácticas que en este tiempo son propicias: la oración, los actos de penitencia y la caridad. Hemos iniciado precisamente este tiempo haciendo ayuno y penitencia. Ahora vamos a imponernos la ceniza, recuerdo de lo que somos y que, por la gracia salvadora de Cristo, ha sido transformado para una vida nueva. Pidamos al Señor que este tiempo favorable, lo sepamos vivir al máximo, que estemos prontos a escuchar su mensaje salvador, a cambiar nuestra vida y a adoptar una actitud permanente de obediencia al Padre.
Oremos juntos, implorando la misericordia de Dios.
LECTOR: Misericordia, Señor, hemos pecado.
TODOS: Misericordia, Señor, hemos pecado.
LECTOR: Por tu inmensa compasión y misericordia,
Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas.
Lávame bien de todos mis delitos,
y purifícame de mis pecados.
TODOS: Misericordia, Señor, hemos pecado.
LECTOR: Puesto que reconozco mis culpas,
tengo siempre presentes mis pecados.
Contra ti sólo pequé, Señor,
haciendo lo que a tus ojos era malo.
TODOS: Misericordia, Señor, hemos pecado.
LECTOR: Crea en mí, Señor, un corazón puro,
un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos.
No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí ti santo espíritu.
TODOS: Misericordia, Señor, hemos pecado.
LECTOR: Devuélveme tu salvación, que regocija
y mantén en mí un alma generosa.
Señor, abre mis labios,
y cantará mi boca tu alabanza.
TODOS: Misericordia, Señor, hemos pecado.
GUÍA: Preparémonos a recibir la ceniza. Pidamos a Dios que nos ayude a vivir lo que este gesto significa.
TODOS: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón haber pecado mucho, porque he merecido el infierno y he perdido el cielo, sobre todo porque te ofendí a ti que eres tan bueno y que tanto me amas, y a quien yo quiero amar sobre todas las cosas. Propongo firmemente en esta santa Cuaresma, con tu gracia, enmendarme y alejarme de las ocasiones próximas de pecado, confesarme y cumplir la penitencia.
Entonces cada uno toma un poco de ceniza y traza una cruz sobre su frente mientras dice:
Confío en que me perdonarás por tu infinita misericordia. Amén.
Después de que cada uno se ha impuesto la ceniza, el que está guiando la oración, dice:
GUÍA: Que el día de ayuno con el que iniciamos Señor esta Cuaresma, sea el inicio de una verdadera conversión a ti, y que nuestras prácticas de penitencia nos ayuden a vencer al espíritu del mal. Por Jesucristo nuestro Señor.
TODOS: Amén.
GUÍA: Encomendemos a nuestra Madre santísima, refugio de pecadores, el camino que hoy iniciamos, para que con su ayuda se cumplan nuestros santos propósitos:
TODOS: Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todos los peligros, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!
GUÍA: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
TODOS: Amén.
Conviene que la imagen de Cristo crucificado, a partir de hoy, permanezca en un lugar destacado y visible de la casa.
*El padre Alberto Medel es sacerdote de la Diócesis de Xochimilco, especialista en Liturgia.
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