Iglesia pide tregua de paz en nombre de la Virgen de Guadalupe: “Que no haya muertos”

Leer más

¿Por qué se comen tamales el Día de la Candelaria, 2 de febrero?

El comer tamales el Día de la Candelaria es una tradición, pero pocos conocen el origen.

24 enero, 2024
¿Por qué se comen tamales el Día de la Candelaria, 2 de febrero?
El Día de la Candelaria se acostumbra comer tamales en gran parte de México.

En México tenemos la tradición de partir la rosca de Reyes el 6 de enero, y al que le toca encontrar al niño dentro de su pedazo de rosca, le corresponde hacer o pagar tamales para ofrecerlos el día 2 de febrero, Día de la Candelaria. Pero, ¿cómo inició esta tradición?

También puedes leer: ¿Qué es y qué celebramos el día de la Candelaria? 

Los tamales se han vuelto parte importante de la celebración del Día de la Candelaria.
Los tamales se han vuelto parte importante de la celebración del Día de la Candelaria.

¿Qué se celebra el 2 de febrero con tamales?

En nuestro pueblo hay una gran devoción al Niño Jesús, y prácticamente en todos los hogares hay una imagen de Él que nos ayuda a vivir el tiempo santo de la Navidad.

En Noche Buena vamos a la Misa de Gallo llevando la imagen y, al final de la Misa, los padrinos de la imagen la arrullan y la llevan a acostar en el pesebre, entre las imágenes de María y José, puesto en el nacimiento.

El Día de la Candelaria.
El Día de la Candelaria.

Pasado el 6 de enero, los padrinos recogen la imagen del Niño y la llevan a su casa en donde la visten primorosamente para llevarla a presentar al templo el 2 de febrero, Día de la Candelaria.

Antiguamente, la tradición decía que la imagen del niño encontrado en la rosca también se llevaba a casa del afortunado padrino, se vestía y se llevaba al templo el Día de la Candelaria en una cunita. Actualmente ya no es así.

¡Vive el Día de la Candelaria apegado a tu fe!
¡Vive el Día de la Candelaria apegado a tu fe!

¿Qué significa la Candelaria y los tamales?

Los tamales son alimento típico de todo México y de algunos países que comparten nuestra herencia indígena. Los tamales tienen diferentes particularidades, dependiendo de cada país.

En México, la palabra tamal viene del náhuatl “tamalli (que significa envuelto). Nuestro país destaca por la gran variedad de tamales que preparamos, según la región.

Por ello, siendo uno de los platillos más comunes y deliciosos en todas las culturas, el tamal se convirtió en un alimento típico de fiestas.

Y tras la llegada del Evangelio a América, en el Día de la Candelaria se siguieron ofreciendo los deliciosos tamales.

En esta celebración, la tradición manda que el padrino de niño ofrece tamales a sus compadres o al revés, y lo hacen en señal de agradecimiento.

¿Agradecimiento por qué? Justo esto es lo que distingue la fiesta de la Candelaria de otras fiestas. Los tamales se ofrecen en agradecimiento por el padrinazgo, pero también para compartir la alegría de Jesús niño entre nosotros.

¿Qué significa ser padrino del Niño Dios?

En primer lugar, es un signo de amistad. Se invita como padrinos del Niño a personas que uno aprecia y con las que quiere uno estrechar la relación de amistad, ligándola con algo tan sagrado como el mismo Niño Jesús.

El ser padrino debe considerarse como un honor que nos hacen nuestros amigos, pero sería bueno tomarlo como un signo de predilección de Dios.

Fíjense: ¡ser padrinos nada menos que del Niño Jesús! Que ese honor sea correspondido con un esfuerzo por acercarnos más a Cristo y por vivir más de acuerdo con su enseñanza.

Si se puede, sería conveniente confesarse con tiempo para poder comulgar en la misa del Día de la Candelaria y así recibir en su corazón a ese Jesús por el que han mostrado tanto cariño al vestirlo y llevarlo a presentar al templo.



Autor

Nació el 23 de Octubre de 1943. Entró al Seminario Conciliar de México en el año de 1957 y se ordenó en 1969. Dio clases por ocho años de Pastoral Parroquial en el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos. Fue Director del Periódico Criterio de la Arquidiócesis de México y de la Comisión del Diaconado Permanente de la Arquidiócesis de México. Fue columnista en varias revistas y periódicos católicos con temas sobre la religiosidad popular, hasta el día de su muerte, en septiembre de 2021. Actualmente la redacción de Desde la fe lleva su nombre: Redacción Sergio Román del Real, por su invaluable colaboración en este proyecto.