10 datos curiosos del Padre Trampitas, el cura de las Islas Marías
¿De dónde viene el apodo del famoso cura de las Islas Marías? Te contamos.
El Padre Trampitas fue un religioso jesuita que dejó un legado de más de mil presos bautizados en en Penal de Islas Marías. Prestó su servicio sacerdotal de manera voluntaria durante 30 años y vivió de cerca las conversiones de peligrosos criminales, como la del asesino serial apodado “El Sapo” y la del luchador Pancho Valentino, conocido como “El matacuras”.
Poco de sabe de este sacerdote, así que te presentamos 10 datos de la vida del Padre Trampitas que quizá no conocías.
1. Su nombre era Juan Manuel Martínez Macías. Nació el 14 de junio de 1900 en Aguascalientes, y murió en mayo de 1990 en Guadalajara, Jalisco.
2. El Padre Trampitas tuvo dos hermanas: María Guadalupe y Petrita; esta última se convirtió en monja.
3. En su juventud era anticlerical; incluso, llegó a apedrear a sacerdotes y sus consignas contra la Iglesia eran comunes y subidas de tono.
4. Al ver el sufrimiento de su madre, luego de que ésta descubriera que él y otros sujetos habían planeado una explosión en la catedral, Juan Manuel juró que cambiaría.
5. La frase que le dirigió su madre el día en que se convirtió: “¿Para qué quieres la vida, Juan Manuel, si no la das por Cristo?”, fue su sostén a lo largo de su vida como sacerdote.
6. Estudió en un seminario de los Estados Unidos, pues él mismo decía que no podía formarse en México, ya que no faltaría alguien que lo reconociera como subversivo contra la Iglesia. Se ordenó en 1937.
7. El apodo de Padre Trampitas se debe a que en la primera cárcel a la que llegó en Estados Unidos para ejercer su ministerio fue enviado a la zona de los llamados “tramps” (vagabundos), por lo que a él le decían “Father Tramps”, de ahí que al regresar a México se le conociera como el “Padre Trampitas”.
8. Como sacerdote trabajó en tres cárceles mexicanas, una de ellas en la Ciudad de México, antes de llegar a las Islas Marías en el año 1948. Era su forma de pagarle a Dios todas las ofensas que había hecho en su juventud.
9. En Islas Marías vivió más de 39 años como preso voluntario, sometido al régimen carcelario, comiendo como cualquier preso, sin ningún tipo de privilegio.
10. Salió de Islas Marías por cuestiones de enfermedad allá por 1987 y murió a los 87 años en Guadalajara tres años después. Sus cenizas fueron llevadas a Islas Marías y dejadas cerca de la tumba del criminal llamado “El Sapo”, que se convirtió a Cristo antes de morir. Esa fue su voluntad.
Con información del artículo “38 años en la cárcel un sacerdote de forma voluntaria”, del padre Modesto Lule MSP