‘La esperanza de los pobres nunca se frustrará’: Papa Francisco
En su Mensaje por la III Jornada Mundial de los Pobres, el Papa ejemplifica con un salmo la pobreza e injusticia.
El tema elegido por el Papa Francisco para el Mensaje de la 3ª Jornada Mundial de los Pobres es “La esperanza de los pobres nunca se frustrará” (Sal 9,19), pues -asegura el Pontífice-, este salmo presenta una actualidad increíble.
La Jornada Mundial de los Pobres se llevará a cabo el 17 de noviembre de 2019, XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, en la que el Papa reflexionará acerca de las numerosas formas de nuevas esclavitudes a las que están sometidos millones de hombres, mujeres, jóvenes y niños.
“Este salmo se escribió en una época en la que la gente arrogante y sin ningún sentido de Dios perseguía a los pobres para apoderarse incluso de lo poco que tenían y reducirlos a la esclavitud. Hoy no es muy diferente”, aclara el Santo Padre en su mensaje.
Los pobres, los hombres de la confianza
En su mensaje, el Papa Francisco describe que el salmo está coloreado de “tristeza por la injusticia, el sufrimiento y la amargura que afecta a los pobres”.
Pero a pesar de esto –señala el Papa–, el Salmo “ofrece una hermosa definición de los pobres”. Él es el que “confía en el hermoso Señor” (ver v.11) y en esta confianza —agrega— existe la “certeza de que nunca será abandonado”, por lo tanto, siempre vive en la presencia de ese Dios que lo recuerda “. Y Dios, el Papa subraya nuevamente retomando las palabras del Salmo, es “quien hace justicia y no olvida”.
El Pontífice dejó en claro que se pueden construir muchos muros y se pueden bloquear las entradas para ilusionarse con sentirse seguros con las riquezas propias en detrimento de quienes dejan afuera. Pero “no será así para siempre. El ‘día del Señor’, como lo describen los profetas (ver Am 5.18; Is 2-5; Gl 1-3), destruirá las barreras creadas entre los países y reemplazará la arrogancia de unos pocos con la solidaridad de muchos. La condición de marginación en la que se acosa a millones de personas no durará mucho. Su grito aumenta y abraza a toda la tierra”.
La paradoja de la pobreza
En este sentido -indica el Papa en su mensaje- la Sagrada Escritura recoge una descripción de la acción de Dios en favor de los pobres: Él es aquel que “escucha”, “interviene”, “protege”, “defiende”, “redime”, “salva”… En definitiva, el pobre nunca encontrará a Dios indiferente o silencioso ante su oración. “Dios es aquel que hace justicia y no olvida”.
Lee: El Papa Francisco pide no hacer negocio con la gracia de Dios
Así, Francisco cita la bienaventuranza: “Bienaventurados los pobres” (Lc 6,20) y explica que el sentido de este anuncio paradójico es que “el Reino de Dios pertenece precisamente a los pobres, porque están en condiciones de recibirlo”.
Él ha inaugurado, “pero nos ha confiado a nosotros, sus discípulos, la tarea de llevarlo adelante, asumiendo la responsabilidad de dar esperanza a los pobres”, explica Francisco. “Es necesario, sobre todo en una época como la nuestra, reavivar la esperanza y restaurar la confianza”.
El Papa recuerda a Jean Vanier
Dentro de su mensaje, el Pontífice recordó al recién fallecido Jean Vanier, quien “recibió de Dios el don de dedicar toda su vida a los hermanos y hermanas con discapacidades graves, a quienes la sociedad a menudo tiende a excluir”.
Este laico suizo “fue un ‘santo de la puerta de al lado’ de la nuestra; con su entusiasmo supo congregar en torno suyo a muchos jóvenes, hombres y mujeres, que con su compromiso cotidiano dieron amor y devolvieron la sonrisa a muchas personas débiles y frágiles, ofreciéndoles una verdadera ‘arca’ de salvación contra la marginación y la soledad”, escribe el Santo Padre.
Con información de Zenit y Vatican News