“Sobre todo hablábamos por Skype”
Las videollamadas fueron las principales aliadas de Daniela y Luis para superar la distancia y entablar una relación.
Luis Jaime, de 29 años, conoció a Daniela -su actual esposa- en el coro de la universidad, en 2010. Salieron durante menos de dos meses y después él viajó a Valencia, España, por un intercambio académico, sin embargo, no perdieron la comunicación.
“Prácticamente nos conocimos por Skype”, reconoce Ana Daniela Pérez, de 27 años, pues fue esa plataforma de videollamadas la que utilizaron para seguir en contacto.
“Así estuvimos seis meses y el día que regresó nos hicimos novios”, recuerda ella.
Dani y Luis tuvieron acceso a la tecnología a temprana edad, y ya no tuvieron que luchar con los demás miembros de la familia por utilizar la única línea telefónica de la casa. En su caso, sólo necesitaban una buena conexión a internet, aunque no siempre fue fácil hallarla para Luis durante el tiempo que estuvo en el extranjero.
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“Me tocaba levantarme a las cinco de la mañana para agarrarla a las 10 de la noche. Cuando estaba en Valencia, recuerdo que el primer mes me llegó una cuenta de teléfono altísima, porque al principio no tenía internet”, dice Luis.
Ana y Luis tienen dos años de casados y una hija, Ana Cecilia, de 14 meses. “Fui la primera de mis amigas en casarse. Nos tocó abrir brecha porque muchos me decían que éramos muy jóvenes para casarnos”.
El caso de Luis fue diferente, pues varios de sus amigos de toda la vida ya habían dado ese paso.
“Cuatro de ellos ya estaban casados para entonces, en mi círculo de amistad era un paso natural. Aunque en el trabajo aún soy de los más jóvenes que ya está casado”.
Ahora, la pareja considera que su gran desafío es dar ejemplo y educación a su pequeña, Ana Cecilia. Además, valora el papel que las nuevas tecnologías y el internet han tenido en su vida y su relación.
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“En el Matrimonio también ayuda la tecnología. Luis sale de viaje muy seguido y nos ha funcionado mucho hacer videollamadas con él. La bebé perfectamente reconoce que en la pantalla está su papá. A mí como mamá me ha ayudado mucho a investigar cómo educarla. Hay muchas herramientas, lo importante es saber dónde buscar”, dice Daniela.
Luis está de acuerdo en eso con su esposa, y agrega: “La tecnología –y eso que trabajo en el sector tecnológico- es un potenciador de vicios o de virtudes. Está en la libertad del hombre decidir para qué la utiliza”.
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