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Resumen de Laudate Deum, exhortación apostólica del Papa Francisco sobre la crisis climática

Conoce el resumen de Laudate Deum, la exhortación apostólica del Papa Francisco en la que habla sobre la crisis climática global.

4 octubre, 2023
Creatividad de Publicidad

Conoce el resumen de Laudate Deum, exhortación apostólica del Papa Francisco en la que habla de la ecología y la justicia social

En el marco de la fiesta de San Francisco de Asís, este miércoles 4 de octubre el Papa Francisco publicó Laudate Deum. El nuevo documento es el segundo sobre ecología y el tercero de orden social. Se trata de la Exhortación Apostólica Laudate Deum dirigida “a todas las personas de buena voluntad sobre la crisis climática”. En este resumen abordamos todos sus elementos clave.

Qué significa Laudate Deum

Resumen de Laudate Deum, introducción:

Tras recordar la invitación de san Francisco de Asís a “alabar a Dios por todas sus criaturas”, el Papa Francisco recuerda que han pasado ocho años desde que publicó la carta encíclica Laudato si’, en la cual comparte sus “más sentidas preocupaciones sobre el cuidado de la casa común”.

Significado de Encíclica y Exhortación Apostólica

El pontífice lamenta que “no ha habido reacciones suficientes” mientras el mundo se va “desmoronando”. Además, reitera que “el impacto del cambio climático” tendrá efectos en la salud, el trabajo y el acceso a recursos.

En Laudate Deum, califica la situación como un “problema social global” relacionado con la dignidad de la vida humana. Y estima que el cambio climático “es uno de los principales desafíos a los que se enfrenta la comunidad mundial”.

Igualmente, advierte que “no se trata de una cuestión secundaria o ideológica, sino de un drama que nos daña a todos”.

También puedes ver: Resumen de Laudato si’, la encíclica del Papa Francisco sobre ecología

Temas centrales de Laudate Deum

Laudate Deum, resumen del capítulo 1: Crisis climática global

El Papa estima que los signos del cambio climático son “cada vez más patentes” y argumenta que en los últimos años “hemos sido testigos de fenómenos extremos”. Cita los períodos de calor inusual, la sequía y “otros quejidos de la tierra”.

Al enumerar el aumento del nivel del mar y el derretimiento de los glaciares, Laudate Deum considera que se está verificando “una inusual aceleración del calentamiento”, por lo que no harán falta siglos para constatarlo.

Lamenta que se intente ridiculizar a quienes hablan del calentamiento global y sugiere no confundir “eventos transitorios” con grandes proyecciones climáticas que suponen décadas.

Además, en Laudate Deum cuestiona a quienes minimizan la problemática del cambio climático acusando a los pobres, así como a quienes “pretenden resolverlo mutilando a las mujeres de países menos desarrollados”.

En tal sentido, contrasta que “un bajo porcentaje más rico del planeta contamina más que el 50% más pobre de toda la población mundial”.

Causas humanas de la crisis climática global

En cuanto a la razón, en la exhortación apostólica Laudate Deum el Papa sostiene que no se puede dudar del origen humano. Cita la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera:

“Mientras escribía la Laudato si’se alcanzó el máximo de la historia —400 partes por millón— hasta llegar en junio de 2023 a las 423 partes por millón”.

Agrega que “más del 42% del total de las emisiones netas a partir del año 1850 se produjeron después de 1990” y que desde 1850 hasta hoy la temperatura global aumentó 1,1 grados centígrados, se incrementó la acidificación de los mares y se redujeron sus niveles de oxígeno. En este marco, lamenta las “opiniones despectivas” incluso dentro de la Iglesia católica.

Daños y riesgos por la crisis climática global

En cuanto a los daños, Francisco en Laudate Deum observa que algunas manifestaciones de la crisis climática “ya son irreversibles”, como el aumento de la temperatura global de los océanos.

Lamenta la disminución del hielo continental, el derretimiento de los polos, las modificaciones de flujos oceánicos y la deforestación de selvas tropicales, al tiempo que condena que muchas criaturas se hayan convertido “en nuestras víctimas”. No obstante, considera que “estamos a tiempo para evitar daños todavía más dramáticos”.

El Papa también se refiere a la pandemia del covid-19, pues ha confirmado que “lo que ocurre en cualquier lugar del mundo tiene repercusiones en todo el planeta”.

Laudate Deum, resumen del capítulo 2: El paradigma tecnocrático

En esta sección, repasa el desarrollo que hizo en Laudato si’ sobre el paradigma tecnocrático. Indica que la Inteligencia Artificial y las últimas novedades tecnológicas “parten de la idea de un ser humano sin límite alguno”, cuyas posibilidades podrían ser ampliadas hasta el infinito.

Al respecto, Laudate Deum recuerda que “no son ilimitados los recursos naturales que requiere la tecnología”. Y lamenta la obsesión de “acrecentar el poder humano más allá de lo imaginable” donde lo que existe no se valora, sino que se esclaviza.

Repensar el uso del poder

Sostiene que no todo aumento de poder es progreso para la humanidad. Y argumenta el uso de bombas atómicas.

Por ello, el Papa estima necesario una ética sólida y recuerda que el ser humano no es sólo un “factor externo capaz de dañar el ambiente”, sino una parte de la naturaleza.

No obstante, Laudate Deum también sostiene que culturas indígenas y grupos humanos han “remodelado de alguna manera” el ambiente, “sin destruirlo ni ponerlo en peligro” como hoy ocurre con el cambio climático.

El aguijón ético

El pontífice también denuncia la “decadencia ética” del poder real que se “disfraza gracias al marketing y la información falsa”. Y lamenta que se ofrezcan “promesas ilusorias” que vuelven imposible cualquier preocupación por el planeta.

Laudate Deum, resumen del capítulo 3: Debilidad de la política internacional

El Papa expresa que para alcanzar avances sólidos y duraderos, “deben ser favorecidos los acuerdos multilaterales entre los Estados”, pero apunta no a la concentración de poder en una persona, sino a “organizaciones mundiales”.

¿La razón? Para ser más eficaces necesitan estar “dotadas de autoridad real”, sin que dependan de circunstancias políticas.



En Laudate Deum, el Santo Padre opina que situaciones como la crisis financiera de 2007-2008 y el Covid-19 no fueron aprovechadas para impulsar cambios saludables.

Reconfigurar el multilateralismo

Francisco encuentra necesario reconfigurar el multilateralismo y reconocer que hay organizaciones de la sociedad civil que “ayudan a paliar las debilidades de la comunidad internacional”.

Presenta el proceso de Ottawa contra minas antipersonales como ejemplo de “cómo la sociedad civil es capaz de crear dinámicas eficientes que las Naciones Unidas no logran”.

Así mismo, sugiere la necesidad de generar “un modelo de diplomacia multilateral” que responda a la nueva configuración del mundo, sin desaprovechar “experiencia de siglos”.

Igualmente, en Laudate Deum el pontífice impulsa un marco distinto de cooperación, el establecimiento de reglas globales eficientes en la tutela mundial y un “nuevo procedimiento de toma de decisiones”.

Además, impulsa los espacios de consulta, arbitraje y resolución de conflictos con “mayor democratización”.

Laudate Deum, resumen del capítulo 4: Conferencias sobre el clima: avances y fracasos

Laudate Deum, conferencias clima COP28

El Papa cuestiona la ineficacia práctica de conferencias mundiales sobre el clima: Conferencia de Río de Janeiro (1992), la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la Conferencia de las Partes (COP) son “fracasos como el de Copenhague (2009)”.

No obstante, a través de Laudate Deum, también celebra que la COP3 de Kyoto (1997) dio el “valioso Protocolo que puso como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 5% con respecto a 1990”, si bien “no se cumplió”.

También menciona el mecanismo relativo a pérdidas y daños causados por el cambio climático, que reconoce como principales responsables a los países ricos y procura indemnizaciones.

En Laudate Deum, Francisco destaca que la COP21 de París (2015) generó un acuerdo que involucró a todos. Pero, lamenta que siendo vinculante, no estableció sanciones por incumplimiento.

Sobre el Acuerdo de París, valora el objetivo de mantener el aumento de temperaturas medias globales debajo de 2 grados, no sin antes señalar fallas en el monitoreo.

En su repaso, considera una “decepción” la COP25 de Madrid (2019), e indica que se esperaba revertir esa inercia en la COP26 de Glasgow (2021), “pero sólo se relanzó el Acuerdo de París”, mientras “abundaron exhortaciones” de poca incidencia real.

De igual manera, Laudate Deum cita la COP27 de Sharm El Sheikh (2022), amenazada por la situación que creó la invasión a Ucrania. Y sostiene que hubo un “sinceramiento” al reconocer que “los combustibles fósiles proveen todavía el 80% de la energía mundial”.

Concluye el Papa que “los acuerdos han tenido bajo nivel de implementación porque no se establecen adecuados mecanismos de control, revisión periódica y sanción de incumplimientos”.

Laudate Deum, resumen del capítulo 5:

¿Qué se espera de la COP28 de Dubai?

Francisco recuerda en Laudate Deum que los Emiratos Árabes Unidos hospedarán la Conferencia de las Partes (COP28), y que el país es exportador de energías fósiles.

Pero, confía en la “capacidad del ser humano de trascender sus pequeños intereses y pensar en grande”. Anhela que marque una “aceleración de la transición energética, con compromisos efectivos y susceptibles de monitoreo permanente”.

También sostiene que pese a las fallas, “sin estos acuerdos, habrían crecido todavía más” las emisiones de gases contaminantes. Y expone que en otros temas relacionados con el medio ambiente, cuando hubo voluntad, se obtuvieron resultados significativos, “como ocurrió con la protección de la capa de ozono”.

En Laudate Deum, el Papa hace votos porque la COP28 sea histórica con “formas vinculantes de transición energética” y clama que sean eficientes, obligatorias y monitoreables.

Laudate Deum, resumen del capítulo 6:

Llama a los católicos, pero también a otras confesiones religiosas. Les recuerda que Jesús “podía invitar a otros a estar atentos a la belleza que hay en el mundo, porque Él mismo estaba en contacto permanente con la naturaleza”.

Caminar en comunión y en compromiso

El Papa acusa que la vida humana es insostenible sin las demás criaturas. Y señala que “Dios nos ha unido tan estrechamente al mundo que nos rodea, que la desertificación del suelo es como una enfermedad, y podemos lamentar la extinción de una especie como si fuera una mutilación”.

En este aspecto, la exhortación apostólica Laudate Deum invita a “acompañar este camino de reconciliación con el mundo que nos alberga, y a embellecerlo”. Agrega que “el esfuerzo de los hogares por contaminar menos, reducir los desperdicios y consumir con prudencia” ayuda al ir creando una nueva cultura.

Señalamiento directo en Laudate Deum

El párrafo final es contundente e incluye una mención directa:

“Si consideramos que las emisiones per cápita en Estados Unidos son alrededor del doble de las de un habitante de China y cerca de siete veces más respecto a la media de los países más pobres, podemos afirmar que un cambio generalizado en el estilo de vida irresponsable ligado al modelo occidental tendría un impacto significativo a largo plazo”.

Por último, concluye que “Alaben a Dios” (Laudate Deum) es el nombre de la carta “porque un ser humano que pretende ocupar el lugar de Dios se convierte en el peor peligro para sí mismo”.

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Autor

Ex editor de medios católicos con rica experiencia en el desarrollo de contenido SEO, branding y manejo estratégico de plataformas digitales. 

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