¿Por qué miles suben el Cerro de la Estrella con una cruz a cuestas?
Te presentamos algunas historias de los nazarenos, que cargan cruces de hasta 100 kilos.
La Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo es la tradición más conocida de Iztapalapa, pero no es la única. Los pueblos originarios de esta demarcación guardan con celo sus costumbres, una de ella es la de los nazarenos.
Desde las primeras horas de la mañana de este Viernes Santo, miles de hombres de distintas edades suben al Cerro de la Estrella cargando cruces que, en algunos casos, superan los 100 kilos de peso.
El Comité Organizador de la Semana Santa registró a unos 2,000 nazarenos, aproximadamente, aunque muchos más no hacen ese trámite. Vestidos con túnicas moradas, caminan casi dos kilómetros en agradecimiento por un milagro, o para pedir un favor al Señor de la Cuevita o alguna otra advocación.
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La mayoría son jóvenes, pero también hay niños e incluso adultos mayores, como Fernando Guzmán Vázquez, con 76 años de edad y una cruz de 85 kilos.
“La primera vez que subí fue hace 25 años y lo hice porque estaba enfermo, ahora lo hago por gusto. Estuve enfermo de todo, en el Hospital General me daban tres días de vida. Todavía sigo mal pero hay que seguir, tengo insuficiencia renal, pero aun así debo continuar”.
“Yo sé que Dios va aquí en mi cruz, que Él me acompaña y está conmigo”, dice a Desde la fe.
Don Fernando avanza lento. Dice que su enfermedad no le permite acelerar el paso. “Por los riñones no puedo acelerar más porque me dan náuseas, pero lo importante es llegar, no me importa llegar al último, no son carreras”.
La cruz de Adrián Martínez, oriundo del Barrio de Santa Bárbara, pesa más de 100 kilos. Él camina al Cerro de la Estrella junto a varios familiares.
“Hace años un hermano cayó en el reclusorio y salimos para pedirle a Dios que saliera rápido y fuera absuelto, y así fue. Años después falleció un sobrinito y por él volvimos a salir y vamos a seguir saliendo hasta que Dios nos preste vida”.
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