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COLUMNA

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¿Quién lo haría por usted? Ni su familia

He aquí un párrafo que me ha conmovido siempre, déjeme leérselo: “Eran casi las 11:30 pm, y por fin pude entrar a la habitación de Marie; todo había terminado; ella yacía en la cama llorando; una monja junto a ella rezaba el Rosario”. La novela se llama Opiniones de un payaso, de Heinrich Böll.Pero, se […]

2 octubre, 2023

He aquí un párrafo que me ha conmovido siempre, déjeme leérselo: “Eran casi las 11:30 pm, y por fin pude entrar a la habitación de Marie; todo había terminado; ella yacía en la cama llorando; una monja junto a ella rezaba el Rosario”. La novela se llama Opiniones de un payaso, de Heinrich Böll.

Pero, se pregunta usted qué es lo que en esta escena me conmueve tanto. Lo que me conmueve es la presencia de aquella monja rezando. Lo contextualizo: Marie acaba de sufrir un aborto involuntario: el
feto simplemente se le vino, y ahora está sufriendo la pena de no poder ser madre. Sin embargo, al lado de ella hay otra mujer, una religiosa que, calladamente, reza.

Pero permítame leerle otro párrafo memorable; éste es de una novela de Antonio Gala titulada Las afueras de Dios: “Sor Nazaret sabía que muchos de los viejos fingían dormir, pero estaban alerta examinándose. Para ellos lo que más importa es el dolor de su pierna o de su espalda, sus taquicardias y sus palpitaciones… Dios te salve, María… ¿Es natural la muerte, que dura tanto, o la vida que dura tan poco, sobre todo la de quienes tocan, como estos viejos, la meta de llegada?… Dios te salve, María…”

Pues sí, se trata de otra monja que reza el Rosario mientras vela el sueño de los ancianos de un asilo. El mundo no lo sabe, el mundo las ignora, pero ellas están ahí, en su puesto, por amor a Dios y a esos viejos que sólo piensan en sí mismos. Hoy se nos quiere hacer creer que estas mujeres no sirven para nada porque no producen bienes de consumo y sólo rezan el Rosario. ¡Pero vea usted dónde lo rezan y en qué circunstancias!

Le pregunto: ¿haría esto por usted uno de su familia? ¡Si por eso están esos ancianos en el asilo: porque ninguno de los suyos quiso hacerse cargo de ellos!

¡Y ahora vienen esos enemigos de la fe y nos dicen que la Iglesia con sus monjitas, y religiosos y sacerdotes deben desaparecer cuanto antes del horizonte! ¡Ah, que el Señor los perdone, pues al no saber lo que hacen, no saben lo que deshacen!

El P. Juan Jesús Priego es vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.

Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.