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Cuando actuamos como Juan el Bautista, pero no nos damos cuenta

Muchas veces, sin darnos cuenta, actuamos como Juan el Bautista cuando ayudamos a otros a cumplir su misión en la vida.

13 enero, 2023
Cuando actuamos como Juan el Bautista, pero no nos damos cuenta
Juan el Bautista.

Evangelio Juan  (Jn 1, 29-34)

En aquel tiempo, vio Juan el Bautista a Jesús, que venía hacia él, y exclamó: “Este es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo he dicho: ‘El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo’. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua, para que Él sea dado a conocer a Israel”. Entonces Juan dio este testimonio: “Vi al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y posarse sobre Él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que baja y se posa el Espíritu Santo, ése es el que ha de bautizar con el Espíritu Santo’. Pues bien, yo lo vi y doy testimonio de que éste es el Hijo de Dios”.

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Es de quien te había hablado…

-¿Todavía hay lugar para que nos ayude alguien más?

-La verdad no mucho, ¡ya ves cómo están las cosas!

-¡Ándale! si quieres yo le enseño. Además es bien listo y tiene muchas ganas de entrarle al trabajo. Yo lo conozco, es de quien te había hablado

Este Evangelio nos acerca a un personaje muy importante para nuestra fe: Juan el Bautista, quien presenta a Jesús como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn. 1,29), nos dice que es el mismo de quien ya había hablado Aquél que viene después de mí, es más grande que yo, porque era, existía antes de mí, (v.30)- es quien da sentido a su ministerio como bautista, Aquél por quien Juan grita en el desierto: “preparen los caminos para su llegada” y de quien da testimonio.

Termina el Evangelio de este domingo de una manera muy sencilla: Aquél sobre el cual vendrá el Espíritu y se posará sobre Él, yo lo he visto y doy testimonio que Él es el Hijo de Dios. (Jn. 1,34)

En nuestros días es verdaderamente extraño escuchar a alguien hablar bien de otra persona, todavía más sorprendente es encontrar alguno que le prepare el camino a otro, para que realice bien su misión.

La figura del Bautista, nos invita hoy a saber reconocer cuál es nuestra misión en el mundo y ayudar a los demás a cumplir la suya, así podemos entender que el mejor estudiante no es el que tiene puros dieces en su boleta, sino el que tal vez tiene algunos nueves u ochos, pero ayudó a estudiar a sus compañeros; el mejor trabajador no es el que produce más, sino el que se preocupa por crear un ambiente sano de trabajo donde las personas vayan contentos a realizar diariamente su labor; ni el maestro más bueno el que reprobó a más de la mitad de los alumnos porque sabe mucho, sino el que se preocupó incluso de los que reprobaron la mayoría de sus materias; el religioso más comprometido no fue el que se ocupó en pedir siempre por su santidad, sino el que empeñado en la salvación de los otros, casi se olvida de sus propias intenciones.

Es así que Juan nos hace reflexionar que el mejor gobernante no es el que a toda costa busca quedarse en el poder, sino el que sabe reconocer las capacidades de los demás y las promueve. Ojalá que podamos decir para bien de muchos: es de quien te había hablado, para que cumplan con la misión por la cual es Señor los ha llamado a existir.

¡Señor Jesús, ayúdanos a saber cumplir con nuestra misión, a disminuir nosotros y estar dispuestos a dejarte el lugar principal en nuestras vidas!

Vayamos esta semana a promover o apoyar a alguno de nuestros amigos o conocidos a conseguir aquel trabajo, a presentar un examen, a amar con todo el corazón a su pareja, a ser santo.

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El P. Óscar Arias Bravo es  Director de Cáritas Arquidiócesis de México.