¿Cuál fue la primera peregrinación al Cerro del Tepeyac?
La historia registra una primera peregrinación al Cerro del Tepeyac pocos días después de las apariciones de 1531. Conoce cómo inició esta tradición que hoy reúne a millones de fieles en la Basílica de Guadalupe.
Peregrinaciones históricas al Tepeyac: Foto Archivo Basílica de Guadalupe
Un recorrido que comenzó en 1531
Tras los acontecimientos guadalupanos de diciembre de 1531, Fray Juan de Zumárraga, primer obispo de la Nueva España, ordenó construir una ermita de adobe en el Tepeyac. Dos semanas después, el 26 de diciembre, el ayate de San Juan Diego con la imagen de la Virgen de Guadalupe fue llevado en solemne procesión a su “Casita Sagrada”. Este traslado es reconocido como la primera peregrinación al Tepeyac.
Durante esta procesión ocurrió también el primer milagro registrado: la Virgen sanó a un indígena herido accidentalmente por una flecha en una escaramuza festiva.
Según la tradición oral, al año siguiente se realizó otra peregrinación significativa, proveniente de Azcapotzalco. En el Mapa de Upsala (1555) aparecen veredas que cruzan el Tepeyac, un sitio que se ubicaba en la ruta de la plata, frecuentado anualmente por indígenas, mestizos y españoles. Incluso los virreyes solían hospedarse allí antes de entrar a la Ciudad de México.
A lo largo de los siglos XVII y XVIII se volvieron constantes. La historia registra incontables peregrinaciones espontáneas y procesiones solemnes al Tepeyac, encabezadas por autoridades civiles, eclesiásticas y miles de fieles que acudían para implorar favores o agradecer milagros. Una de las más recordadas tuvo lugar el 21 de septiembre de 1629, cuando la tilma de Juan Diego fue llevada a la capital para pedir el fin de una inundación.
Otra fecha clave es 1675, cuando se aprobó la construcción de 15 monumentos en la Calzada de los Misterios. Y en 1739, ante una epidemia, se puso bajo el amparo de la Virgen a la Ciudad de México, Puebla, Guanajuato, Oaxaca, Aguascalientes, Guadalajara, Guatemala y el Estado de México, declarándola Patrona de la Nueva España.
El santuario mariano más visitado del mundo
Hoy, la Basílica de Guadalupe es reconocida como el santuario mariano más visitado del mundo. En 2022, autoridades de la Ciudad de México reportaron que alrededor de 12.5 millones de peregrinos visitaron el recinto durante las festividades de diciembre, cifra considerada récord histórico.
La tradición revive cada año entre el 8 y el 12 de diciembre: miles viajan a pie, en bicicleta o en transporte, recorriendo desde pueblos lejanos cientos de kilómetros. Muchos completan el último tramo de rodillas, en señal de fe y gratitud.
Las peregrinaciones actuales no solo conservan el fervor, sino que también forman parte de la memoria colectiva, atravesando generaciones, regiones y resonando con el profundo sentido espiritual que une a México con la figura de la Virgen Morena.
Según la historiadora Rita Valero, la Arquidiócesis de México ha organizado peregrinaciones de manera frecuente desde 1839.
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Las peregrinaciones fortalecen la fe, renuevan la esperanza y permiten a los creyentes vivir una profunda experiencia de encuentro con Dios y con la comunidad. Foto: Desde la fe
¿Por qué las peregrinaciones siguen siento importantes hoy?
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