Portal florido, regalo de artesanos de Iztapalapa a la Virgen de Guadalupe
Artesanos prepararon esta puerta que recibe a los peregrinos en la Basílica de Guadalupe.
Por segundo año consecutivo para las fiestas guadalupanas, artesanos de los ocho barrios originarios de Iztapalapa realizaron un portal florido para la puerta principal de la Basílica de Guadalupe, un regalo para la Madre del Tepeyac, en el que han utilizado 40 mil flores de distintos colores y variedades.
Víctor Martínez Aguirre, uno de los coordinadores de este proyecto, explicó que el diseño del portal es del maestro René Ayala, y comentó que este adorno lo montaron unos cien voluntarios, con variedades de flores como rosas, rocus, flamingo y clavel, además de follaje verde como base, lo que le da solidez a la estructura.
“Es un equipo de personas que conocen muy bien su oficio; es un portal florido y aromático que es muy importante porque en toda la historia de las apariciones en el Tepeyac están involucradas las flores, sobre todo las rosas”, dijo.
“Ser católico es lo más lindo, lo que nos mueve a nosotros en la fe, el amor a Dios y a nuestro prójimo, y es un gusto muy grande hacer este portal para que los peregrinos crucen por la puerta santa y el color de las flores les de la bienvenida”.
Los floristas mexicanos de la Ciudad de México, entre ellos los artesanos de Iztapalapa e Iztacalco, han realizado verdaderas obras de arte como portales de las iglesias y algunos de ellos han sido elogiados, por ejemplo, por san Juan Pablo II en sus visitas a nuestro país.
El Papa Francisco declaró a San Juan Diego como el patrono de los floristas y, el pasado 9 de diciembre, cuando la Iglesia celebró su fiesta, este portal florido fue bendecido.