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18 de diciembre: la Iglesia recuerda a San Modesto, restaurador de los templos de Jerusalén

San Modesto de Jerusalén dedicó su vida a reconstruir los Santos Lugares y fortalecer la fe cristiana tras la invasión persa.

18 diciembre, 2025
18 de diciembre: la Iglesia recuerda a San Modesto, restaurador de los templos de Jerusalén
Tras la devastación de Jerusalén, san Modesto reconstruyó los lugares sagrados y devolvió la fe a los cristianos perseguidos.

San Modesto es recordado por la Iglesia Católica por haber llevado a cabo una misión tan valiente como providencial: la restauración de los templos de los Santos Lugares de Jerusalén, que sufrieron la devastación tras la violenta invasión persa. Su vida es testimonio de fe, entrega y esperanza en medio de uno de los periodos más oscuros para los cristianos de Tierra Santa.

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¿Quién fue san Modesto?

San Modesto vivió en un momento especialmente crítico para el cristianismo. Corría el año 600 cuando el rey persa Cosroes, enemigo de la fe cristiana, invadió la Tierra Santa de Palestina y emprendió una destrucción sistemática de todo signo cristiano que encontraba a su paso: templos, casas religiosas y altares los arrasó sin piedad.

Su odio lo llevó a ordenar la muerte de miles de cristianos en Jerusalén; a otros los vendió como esclavos, y a muchos más los despojó de sus hogares y los envió al exilio. Incluso a san Zacarías, arzobispo de Jerusalén, lo desterraron. La Ciudad Santa quedó sumida en el dolor, el abandono y la ruina.

En medio de esta tragedia, Dios suscitó a un hombre capaz de reconstruir no solo los templos, sino también la esperanza de los fieles. Ese hombre fue san Modesto, superior de uno de los conventos de Tierra Santa, quien asumió con valentía la tarea de restaurar los lugares sagrados destruidos.

Restauración de los Santos Lugares de Jerusalén

Tras años de opresión bajo el dominio persa, el emperador Heráclito logró derrotar a los invasores y expulsarlos de los Santos Lugares. Una vez recuperada Jerusalén, san Modesto no perdió tiempo, pues junto con sus monjes comenzó a organizar colectas y a emprender la reconstrucción de los templos incendiados y saqueados.

El primer santuario que restauró fue el del Santo Sepulcro. Posteriormente trabajó en el templo de Getsemaní, también conocido como el Huerto de los Olivos, y en el Cenáculo, la casa donde Jesús celebró la Última Cena. San Modesto puso especial cuidado en que cada reconstrucción respetara fielmente la forma original de los santuarios.

Su obra despertó la generosidad de muchos fieles. Desde distintos lugares llegaron ayudas significativas, como la del arzobispo de Alejandría, quien envió mil cargas de harina, mil obreros, mil láminas de hierro y mil bestias de carga para apoyar la reconstrucción.

La procesión de la Santa Cruz

Tras la derrota de Cosroes, el emperador Heráclito recuperó la Santa Cruz, reliquia que el rey persa robó de Jerusalén. Deseoso de devolverla a la Ciudad Santa, decidió presidir personalmente la procesión solemne.

Al entrar en Jerusalén y contemplarla en ruinas, el emperador rompió en llanto. Sin embargo, su tristeza se transformó en esperanza al descubrir la incansable labor que san Modesto estaba realizando. Dado que san Zacarías había muerto en el destierro, Heraclio no dudó en nombrar a Modesto Patriarca y Arzobispo de Jerusalén.

Este nuevo encargo le permitió ampliar su misión. Desde ese momento, san Modesto impulsó la reconstrucción de centenares de templos, capillas y lugares santos devastados por los invasores, recorriendo incansablemente la región, organizando colectas y supervisando personalmente las obras.

El testimonio de san Modesto nos recuerda que, incluso después de la destrucción más profunda, Dios llama a hombres y mujeres capaces de reconstruir con fe, paciencia y amor. Su vida nos enseña que restaurar lo sagrado no es solo levantar muros, sino devolver la esperanza a los corazones heridos. San Modesto murió mártir el 18 de diciembre, envenenado por ladrones mientras transportaba recursos para reconstruir un lugar santo, sellando con su vida la misión que Dios le había confiado.



Autor

Lic. en Lengua y literaturas hispánicas por la UNAM, con experiencia en edición digital y redes sociales. Ha sido editora de los sitios web Padres e hijos, Cocina Fácil y colaborado en National Geographic y Muy Interesante. Actualmente es editora en la Diócesis de Azcapotzalco y es reportera en Desde la Fe.