¿Sabías que el beato Sebastián de Aparicio es el primer charro de la historia?
El 14 de septiembre, Día del Charro en México, se recuerda al beato Sebastián de Aparicio, reconocido como el primer charro de América y patrono de charros, transportistas, viajeros y migrantes.
El 14 de septiembre se celebra en México el Día del Charro, una fecha que rinde homenaje a los hombres y mujeres que preservan la tradición del charro mexicano, su vestimenta, cultura ecuestre y valores de trabajo, disciplina y caballerosidad. En esta fecha, muchos recuerdan también a Sebastián de Aparicio, el beato considerado el primer charro de América y patrono de los charros, transportistas, viajeros y migrantes.
En 2025, la Iglesia en México conmemoró los 400 años del inicio oficial de la causa de canonización del beato Sebastián de Aparicio, que comenzó en 1625. Como parte de esta celebración, fueron expuestas reliquias de segundo grado en la Catedral Metropolitana de México, fragmentos del cordón de su hábito franciscano. Durante esos días, los fieles se acercaron en oración a las reliquias y tuvieron la oportunidad de tocarlas, en un gesto de gratitud hacia quien es reconocido como patrono de los transportistas y el primer charro de América.
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¿Por qué es el primer charro de México?
Nacido en 1502 en La Gudiña, Galicia, España, Sebastián de Aparicio creció en una familia campesina profundamente cristiana. Desde joven trabajó en el campo y desarrolló una fe firme y sencilla. En 1533 llegó a la Nueva España y se estableció en Puebla, donde promovió la agricultura, la ganadería y la construcción de caminos y carretas, facilitando la movilidad y el comercio en la región.
Su cercanía con los pueblos indígenas, su solidaridad y su enseñanza de oficios lo convirtieron en un referente de justicia, fraternidad y servicio. Fundó el primer colegio agrícola en Azcapotzalco y estableció haciendas que sirvieron como escuelas de formación y producción para comunidades locales.
Su habilidad para lazar y enseñar a los indígenas lo distingue como el primer charro de América, y su ejemplo de vida sigue inspirando a los charros mexicanos y a generaciones enteras. Estas acciones, junto con su impulso a la construcción de caminos y carretas, consolidaron su reconocimiento como modelo de trabajo honesto y servicio comunitario.
A los 72 años, ingresó a la Orden de Frailes Menores como hermano lego, dedicando sus últimos años a los oficios humildes, la oración y la enseñanza, y donando toda su fortuna a obras de caridad y formación religiosa.
Hoy, el beato Sebastián de Aparicio es un modelo de santidad laical, trabajo honesto y entrega a Dios, y su vida y legado como patrono de los charros y transportistas siguen vigentes, inspirando devoción y ejemplo de santidad laical en México y América Latina.
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