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Novena a la Virgen del Carmen para pedir su ayuda

Realizar una novena a la Virgen del Carmen sirve para expresarle amor, confianza y devoción, y para presentale las necesidades que se tengan.

POR  Tannya Jaime
7 julio, 2023
Novena a la Virgen del Carmen para pedir su ayuda
Novena a la Virgen del Carmen. (Foto: Especial)
Creatividad de Publicidad

La novena a la Virgen del Carmen se realiza generalmente del 7 al 15 de julio, finalizando el día antes de la festividad de la Virgen del Carmen, que se celebra el 16 de julio.

Durante estos nueve días, las personas le pueden presentar a la Virgen sus intenciones, peticiones o agradecimientos. La novena es un tiempo de reflexión, contemplación y acercamiento espiritual a la Virgen del Carmen. Estos nueve días sirven para expresarle el amor, la confianza y la devoción, así como presentale las necesidades y esperanzas que se tengan, solicitando su intercesión ante Dios.

Novena a la Virgen del Carmen

Abogada de las ánimas del Purgatorio
Virgen llena de gracia de misericordia fuente, socórrreme en esta vida y recíbeme en la muerte.

Modo de Rezar esta Novena a la Virgen del Carmen

Acto de Contrición… Oración del día que corresponda… 3 Ave Marías… Petición…

Acto de Contrición

Omnipotente y misericordioso Dios y Señor Nuestro, te pedimos nos concedas por mediación de la Santísima Virgen del Carmen, paz y enmienda en la vida, verdadera penitencia, gracia y consuelo del Espíritu Santo y perseverancia en las obras buenas, Así sea.

Oración para el primer día

¡Oh piadosísima, oh grande, oh muy admirable ¡Virgen María del Monte Carmelo! No se te puede nombrar sin que enciendas en nuestro corazón en el amor divino, no se puede pensar en Ti sin que dilates los afectos de los que te aman; jamás te presentas a las puertas de nuestra memoria sin derramar una dulzura divina que te es propia y singular: escucha los clamores que te dirigimos con todo el afecto de nuestro corazón, ayuda nuestra debilidad, aparta de nosotros el oprobio que nos cubre, porque ¿quién nos librará de la corrupción de esta carne miserable? sino la gracia de tu Santísimo Hijo nuestro Salvador Jesús que voluntariamente tomó nuestras enfermedades para sanarnos y que con su muerte nos dio la vida? y ¿quién con más confianza puede hablar a su corazón divino como Tú? ¡Oh Inmaculada, oh felicísima Virgen María del Carmelo.

Habla Señora a tu Hijo Divino, que está pronto a escuchar tu dulce voz y nada puede negarte de lo que le pidieres; invoca a su divino sobre nosotros; alcánzanos el perdón y la paz; para que disfrutando de ésta en la tierra, gocemos de tu compañía en la Gloria. Amen.

Se rezan 3 Aves María.

Padre mío: Te lo suplico, me concedas la gracias que te pido en esta Novena, si es para Gloria tuya y honor de la Santa.

Oración para el segundo día

Vida, dulzura y esperanza nuestra

Purísima María, ¡qué título de honor y gloria para ti, y de tanto consuelo para nosotros! Eres nuestra vida, porque el fruto bendito de tu vientre nos libertó de la muerte: eres dulzura nuestra por que ¿qué cosas hay que endulce los trabajos de esta vida, sino tu nombre suavísimo y la memoria de que tú siendo inocentísima pasaste toda la vida en trabajos y amarguras?

Eres la esperanza nuestra, porque no tuviéramos aliento ni para levantar los ojos hacia el cielo, sino creyéramos que allí estás tu pidiendo por nosotros. Bendita seas para siempre: y bendita aquella bondad inmensa de nuestro Dios, que puso en ti nuestro remedio.

Así que, dulcísima María, sigue en ser nuestra vida, nuestra esperanza, y no te canses de beneficiar a quien no se cansa de pedir ni se cansará de alabarte en el cielo, y de darte las gracias por las misericordias que Dios ha usado con nosotros por tu intercesión. Amén.

Se rezan 3 Aves María.

Padre mío: Te lo suplico, me concedas la gracias que te pido en esta Novena, si es para Gloria tuya y honor de la Santa.

Oración para el tercer día

A ti llamamos los desterrados, hijos de Eva

Porque, ¿a quien, Señora, hemos de acudir? ¿a quien hemos de llamar los que desterrados, por desgracia nuestra, y sin mérito alguno para que nos oiga el Juez supremo, te miramos como iris de paz, que puesto entre la tierra y el cielo, puedes aplacar los enojos de Dios nuestro Seño, y convertir sus rigores en lluvia de misericordia? Pues a ti llamamos, a ti recurrimos: no desoigas nuestros clamores, por más que nuestra malicia desmerezca tu atención; y nos haga indignos de tu favor, tu nombre dulce, suave, tierno y benigno, suene en los oídos nuestros, e infunda en nuestros corazones la esperanza del perdón: tu voz dulce, suave y tierna, llegue a los oídos del Altísimo para que el daño que nos ocasionó nuestra madre Eva, se remedie y cure con el nombre de María: María, María sea quien restaure lo que perdimos por Eva. Amén.

Se rezan 3 Aves María.

Padre mío: Te lo suplico, me concedas la gracias que te pido en esta Novena, si es para Gloria tuya y honor de la Santa. “Hoy se oye misa y se aplica por los que están en pecado mortal”.

Oración para el cuarto día

A ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas

A ti amante Madre, a ti recurrimos con nuestras lágrimas y gemidos, a ti van nuestros suspiros y lamentos, confiados en que no desdeñarás nuestras lágrimas, nuestro llanto, que no buscan otro consuelo que el de un verdadero dolor, una contrición perfecta de haber ofendido a tu Hijo divinísimo, gemimos, lloramos y no es otra pena, sino que estas lágrimas y suspiros no sean por haberte desagraviado por haber vivido en este valle de lágrimas olvidados de la eternidad, entregados a nuestros apetitos y pasiones, como si hubiéramos nacido para vivir en él eternamente.

Remedia, madre amada, este desorden, y alcánzamos un dolor verdadero de nuestras culpas, un dolor que nos lleve a resarcir con eternas alabanzas las ofensas que le hemos hecho a nuestro buen Jesús. Amén.

Se rezan 3 Aves María.

Padre mío: Te lo suplico, me concedas la gracias que te pido en esta Novena, si es para Gloria tuya y honor de la Santa.

Oración para el quinto día

Ea pues, Señora, abogada nuestra vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos

Esos tus ojos, que han estado siempre abiertos para ver las necesidades y miserias: esos tus ojos que jamás se han cerrado a los clamores del ruego y de la aflicción: vuélvelo ahora a nosotros que reconocidos a tu beneficiencia y piedad, nos ponemos delante de tu grandeza, confiados en que nos han de remediar. Sabemos, Señora, que estos tus ojos están dichosamente empleados en ver la hermosura inefable de nuestro Dios..

Y que allí tienes absorta la vista en aquel mar de perfecciones; pero sabemos también, que no son una carga los oficios de tu beneficiencia y piedad, a los placeres de tu bienaventuranza; emplea por solo un instante, para remediarme, esos tus ojos, que están y han de estar por una eternidad empleados en ver a Dios.

Un solo instante que me veas basta, para que compadecida de mi, me alcances del Todopoderoso el remedio de mis males. Amén.

Se rezan 3 Aves María.

Padre mío: Te lo suplico, me concedas la gracias que te pido en esta Novena, si es para Gloria tuya y honor de la Santa.



Oración para el sexto día

Y después de este destierro muéstranos a Jesús fruto bendito de tu vientre

A Ti debemos, Señora el día feliz de la gracia: tú fuiste la alegre y risueña aurora que nos trajo en su regazo al Sol divino, y a ti debemos que cuando entramos en este mundo, nos hallemos bañados de luz para ver las verdades de la santa fe católica: pues debemos también, el que concluida nuestra peregrinación y destierro, veamos la cara al que es la alegría y la gloria de los bienaventurados: muéstranos después de las funestas tinieblas de esta vida ese hermoso Sol, que está alegrando a la Jerusalén santa: acuérdate de que se fruto bendito de tu vientre nos declaró desde el árbol santo de la Cruz por hijos tuyos, por herederos suyos, por los frutos de su pasión y muerte. Amén.

Se rezan 3 Aves María.

Padre mío: Te lo suplico, me concedas la gracias que te pido en esta Novena, si es para Gloria tuya y honor de la Santa.

La misa de hoy se aplica por la Santa Iglesia, por el Sumo Pontífice y por los que gobiernan en lo espiritual y temporal.

Oración para el séptimo día

¡Oh clemente! ¡Oh piadosa! ¡Oh siempre Virgen María!

María, Señora mira qué grande es la estimación que ha formado de tu bondad, pues de tantas alabanzas con que pienso engrandecerla, hallo que he quedado corto y que no digo que ella es en realidad. Así es, dulcísima madre mía, no es posible explicar con las voces lo que siente mi corazón: esta es tu benignidad, tu misericordia y tu piedad,, mayor de lo que pueden ponderar las lenguas de los hombres. Yo lo confieso, lo publicó; y este conocimiento infunde en mi corazón una humilde, pero segura y cierta esperanza de que has de usar conmigo de esa tu bondad, de esa tu clemencia, de tu clementísimo Hijo el perdón de mis pecados. Amén.

Se rezan 3 Aves María.

Padre mío: Te lo suplico, me concedas la gracias que te pido en esta Novena, si es para Gloria tuya y honor de la Santa.

La misa de hoy se aplica por los herejes e infieles, porque Dios los traiga al conocimiento suyo.

Oración para el octavo día

¡Oh Santa Madre de Dios!

Cuando yo me acerco, Señora, al trono de tu misericordia, no tengo otro derecho que alegar a mi favor, sino que eres Madre Santa de Dios, Madre del Redentor, Madre del Salvador, y por eso cuántos artículos faltan en mi para obligarte a oír mis clamores y despacharles, esos sobreabundan en ti para hacerlo. Eres Madre del Dios Salvador, y por tanto eres Madre de la salud mía, y estás empañada enq ue logre hoy la salud eterna, que me negoció tu Hijo con su pasión y muerte: no sea carga para tan piadoso fin de mis culpas y maldades: acuérdate de los dolores que tuvo de costo adoptarme por hijo tuyo al pie de la cruz acuérdate de que te pidió recibieses por hijo mismo que te sublimó a la alta dignidad de Madre de Dios. Amén.

Se rezan 3 Aves María.

Padre mío: Te lo suplico, me concedas la gracias que te pido en esta Novena, si es para Gloria tuya y honor de la Santa.

Oración para el noveno día

Ruega por nosotros, para que nos hagamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo

Este es, piadosísima María, este es el favor que esperamos por su intercesión, hacernos dignos por nuestras obras de que el Señor cumpla las promesas que nos tiene hechas. De cuenta tuya corre desde hoy, Señora, nuestra voluntad, nuestra conducta, nuestra vida: has que no resistamos a los auxilios que no envía Dios para obrar bien: inspira en nuestros corazones pensamientos santos, alúmbranos con la luz del desengaño, para que respondamos a las voces de la gracia, que nos llaman a dejar los bienes caducos, los deleites fantásticos, la gloria perecedera de este mundo, y aspirar a la gloria verdadera que nos promete Jesucristo Señor nuestro.

Se rezan 3 Aves María.

Padre mío: Te lo suplico, me concedas la gracias que te pido en esta Novena, si es para Gloria tuya y honor de la Santa.

Hoy se procurará hacer la comunión con el mayor fervor, pidiendo a la Señora su asistencia a la hora de la muerte, y que venga acompañada de su santísimo Hijo para el viático.

Gozos a la Virgen del Carmen

Pues sois de nuestro consuelo
el medio más poderoso
sed nuestro amparo amoroso
Madre del Dios del Carmelo.

A San Simón, general,
el Escapulario diste
insignia que nos pusiste
de hijos como señal
contra el incendio infernal
es defensivo consuelo,
Se nuestro amparo, etc…

Quien bien viviere y muriere
con tal señal, es notorio
que, por Ti del purgatorio
saldrá presto, si allá fuere;
Por tu Patrocinio espere
tomar a la Gloria el vuelo
Se nuestro amparo, etc.

Tu escapulario Santo
escudo es tan verdadero,
que no hay plomo, ni acero
de quien reciba el quebranto.
Puede aunque es de lana, tanto,
que vence al fuego, y al hielo
Se nuestro amparo, etc.

De nuestro Carmelo flores
son la variedad de los santos
profetas, mártires tantos,
Vírgenes y Confesores,
Pontífices y Doctores,
que hacen tu monte Cielo.
Se nuestro amparo, etc.

Dando culto a tu honor
durará siempre el Carmelo
porque así lo alcanzó el celo
de Elías su fundador
cuando Cristo en el Tabor
mostró su gloria sin velo.
Se nuestro amparo, etc.

Oración

¡Oh Bellísima Flor del Carmelo, fructífera viña,
resplandor del Cielo, Madre singular del Hijo de Dios,
Virgen siempre Pura! Madre Santísima, después de
habernos traído el Hijo de Dios, permaneciste intacta
y sin mancha ninguna. ¡Oh Bienavernturada Siempre
Virgen, asísteme en esta necesidad! ¡Oh estrella del
mar, auxiliad y protégeme! Muéstreme que eres mi
madre. ¡Oh María, sin pecado concebida, Ruego por nosotros! ¡Patrona de los que
visten el Santo Escapulario!

Sudario de las ánimas

Señor Dios, que nos dejaste las señales de tu Pasión Santísima en la Sábana Santa, en la cual fue envuelto tu Cuerpo Santísimo, cuando por José fuiste bajado de la Cruz; concédenos, ¡oh piadosísimo Señor! que por tu muerte y sepultura santa, y por los dolores y angustias de tu Santísima Madre María, Señora nuestra, sean llevadas las almas del  Purgatorio a la gloria de tu Resurrección, donde  vives y reinas con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén.

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Autor

Lic. Ciencias de la Comunicación, egresada del Tec de Monterrey con una especialización en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. 

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