Instrumento de paz
Ser más empáticos con el dolor de otros, sin olvidar que son nuestros semejantes, es una invitación a trabajar juntos por la paz.
Coordinador del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5 CDMX).
“Señor, haz de mí un instrumento de tu paz. Que allá donde hay odio, yo ponga el amor. Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón”. Con esas palabras inicia la Oración por la Paz, atribuida a San Francisco de Asís.
En una de sus frases centrales pide: “Que allá donde hay desesperanza, yo ponga la esperanza”, palabras que se leen ante la desesperanza a raíz del actuar violento de otras personas.
No habría que atacarnos y no habría que vivir con una sensación de amenaza constante; pero el abuso de sustancias, el machismo y la discriminación en todas sus acepciones son fuente de actos violentos que se ven reflejados en los reportes realizados al Consejo Ciudadano.
Empleadas domésticas, mujeres, menores de edad, adultos mayores, policías y hombres han denunciado violencia física, sexual, laboral, psicológica y emocional, entre otras.
Actualmente, de las 265 mil llamadas anuales que recibe el Consejo en su Línea de Seguridad o Chat de Confianza 55 5533 5533, 90% hacen alusión a algún tipo de violencia. Reconocerla, hablar de ella y buscar ayuda para resolverla es esencial en lo individual, y apoyar al prójimo y hacerle sentir que no está sola ni solo es una labor humana que debemos fortalecer.
Los instrumentos para la paz y la pacificación pueden estar más cerca de lo que creemos. En ocasiones bastará con una palabra a tiempo para dar esperanza a quien ya no la tenía, en otras, los actos de buena fe cimentarán la construcción de una ciudadanía participativa y solidaria.
Fortalecer estrategias como #NoEstásSola, Acompañamiento Violeta o #DeMachosAHombres nos ayudarán a colaborar en la eliminación de la violencia contra los sectores más vulnerables de la población.
Parte de la solución está en cada uno. Ser más empáticos con las necesidades y el dolor de otros, sin olvidar que son nuestros semejantes, es una invitación a trabajar juntos en pro de la paz.
En la Oración por la Paz se pide consuelo y protección a Dios, pero también se ruega porque “sepamos ser promotores de justicia y de paz, para que en ti nuestro pueblo tenga vida digna”.
En ese sentido, es necesario seguir nuestra conciencia y reunir el valor para denunciar cualquier acto de violencia del que seamos víctimas o testigos. La Línea de Seguridad y el Chat de Confianza del Consejo Ciudadano está abierta 24/7, y la atención jurídica y psicológica es gratuita y a todo el país.