Es cierto que con el paso de los años esta importante institución ha hecho frente a diversas crisis y que los cambios que se han generado han reestructurado su dinámica, sin embargo, a pesar de los momentos difíciles no podemos olvidar que como mencionó su Santidad el Papa Francisco: “La familia es el primer lugar donde se aprende a amar.”

La familia siempre será un lugar seguro, un lugar donde la paz resida en nuestros corazones; a donde volvemos cuando necesitamos tener un breve espacio para nosotros y para reconfortar el espíritu. A veces es complicado darle el reconocimiento que se merece y desafortunadamente con el paso de los años la importancia de esta institución pareciera perder relevancia, es así que con la esperanza de sumar estrategias para la reconstrucción del tejido social los pasados 14, 15 y 16 de marzo se llevó a cabo el XVI Congreso Internacional de la Familia en la Ciudad de Mérida, durante el evento hubo conferencias y talleres que abordaron temas como: los vínculos familiares, el manejo positivo de diferencias y conflictos, educar sin lastimar, la formación del carácter en la era digital y el perdón como la forma más perfecta de amar entre otras muchos.

Durante el congreso se realizaron diversas actividades con la finalidad de promover la enseñanza de valores y de instar al desarrollo pleno de la sociedad; Mario Romo Gutiérrez, Director Nacional de Red Familia, mencionó: “Cuánta tristeza y depresión existen por no aceptar lo que hemos recibido y por negarnos a compartir nuestros dones con quienes viven con nosotros. Por eso, el mayor ejercicio de la libertad es el amor: primero aceptar lo que tenemos y luego ofrecerlo a los demás”.

La familia no es una ideología, es una realidad que nos sostiene y aunque nos cueste reconocerlo, es innegable que necesitamos reconstruir los lazos familiares, que éstos son uno de los pilares fundamentales a la hora de combatir temas como la violencia, el crimen, la corrupción e incluso la confrontación social. Es así que el Dr. José Antonio Lozano Diez refirió durante su participación: “Para las crisis antropológicas de la artificialidad: La soledad, la identidad, la atención, el sentido, la ética y la confianza, hay un remedio, y se llama familia”

Este evento desde hace varios años ha logrado reunir a expertos, académicos, líderes religiosos y activistas de diversas partes del mundo para explorar estrategias que contribuyan al fortalecimiento de la familia.

Es innegable que la familia tiene retos que deben ser enfrentados a través del amor, la comprensión y el perdón, por lo que la realización de este tipo de eventos siempre será significativa; no olvidemos las palabras del Nuncio Apostólico en México Joseph Spiteri: “Es en la familia donde se construye el desarrollo integral del ser humano, en la paz y los valores, no en el individualismo, ni la desintegración, ni la violencia ni la falta de compromiso”.

El autor es analista en temas de Religión, Seguridad, Justicia, Política y Educación.

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Simón Vargas Aguilar

Consultor en temas de seguridad, justicia, política, religión y educación.

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