Durante la semana pasada en Casa Lago se llevó a cabo la CXVII Asamblea Plenaria, una de las reuniones más significativas para la vida de la iglesia católica en México, en este encuentro se eligió el nuevo Consejo de la Presidencia, correspondiente al trienio 2024-2027, pero además también se designó al Consejo Permanente y los integrantes de las diferentes Comisiones que integran a la Conferencia del Episcopado Mexicano.

La vida católica en nuestro país es un eje significativo, es por ello que el diálogo abierto y comprometido con las instancias gubernamentales siempre ha jugado un papel importante, derivado de lo anterior la Presidenta de México, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo acudió el miércoles 13 a la Asamblea Plenaria.

Durante la reunión sostenida con la mandataria los integrantes de la CEM le externaron sus preocupaciones en diferentes ámbitos como: la migración, el fortalecimiento del Estado de Derecho y el equilibrio entre poderes, pero sobre todo con respecto a la ola de violencia que golpea múltiples regiones de nuestro país.

Y es que aunque reconocieron los esfuerzos que se han hecho por parte del Ejecutivo Federal también enfatizaron la necesidad de crear estrategias mucho más efectivas para combatir a los grupos criminales y la protección de comunidades. Durante mucho tiempo diversos líderes de la iglesia católica se han pronunciado en contra del enfoque “abrazos no balazos” e incluso el actual Presidente Monseñor Ramón Castro Castro en una entrevista el 15 de noviembre con el periodista Ciro Gómez Leyva mencionó que se sentía esperanzado después de la reunión sostenida con la Presidenta Sheinbaum Pardo.

Durante un vídeo emitido por la Conferencia del Episcopado Mexicano al cierre de sus actividades mencionaron su profunda preocupación por la cultura de muerte que ha provocado el asesinato y desaparición de muchos hermanos, refiriéndose incluso al reciente crimen del Padre Marcelo Pérez; pero además aludieron a su inquietud en temas como la migración, la impunidad, la crisis en diversas instituciones, la pobreza y el deterioro ambiental; entre otras.

La comprensión, el amor al prójimo, el compromiso social, pero sobre todo, y de frente a una época mucho más violenta, la fortaleza, han caracterizado a la iglesia católica a lo largo de los años; los sacerdotes se han convertido en aliados contra el crimen y las organizaciones delictivas, en puentes de comunicación para disminuir diversos problemas sociales, en confidentes de miedos y dudas y en guías valerosos que a pesar de las amenazas han mantenido su cercanía y acompañamiento con el pueblo.

Deseo que la fe, la compasión y la esperanza guíen no sólo a la nueva administración sino a cada uno de nosotros, porque no podemos olvidar que el trabajo de reconstrucción del tejido social es tarea y responsabilidad de todos.

*El autor es analista en temas de Religión, Seguridad, Justicia, Política y Educación.

*Los artículos de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.

Simón Vargas Aguilar

Consultor en temas de seguridad, justicia, política, religión y educación.

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