Jubileo de armonía social
Desde la comunidad se puede desempeñar un papel clave en la promoción del bienestar común con el cuidado de los más vulnerables
Coordinador del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5 CDMX).
Es tiempo de reflexión, de cerrar ciclos y perdonar los errores propios y de otras personas. El Fin de Año representa un tiempo de reflexión respecto a lo realizado y las expectativas ante una nueva etapa.
En este 2025 converge además una fecha de poderoso simbolismo: el Año Jubilar convocado por el Papa Francisco bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”. Esta celebración, realizada cada 25 años desde el año 1300, es una oportunidad única para reflexionar sobre la unidad, compasión y justicia, una celebración para fortalecer el bienestar común mediante acciones comunitarias y políticas públicas orientadas al bien colectivo.
Un llamado a la solidaridad y al apoyo mutuo que encuentra un ambiente promotor de políticas sociales encaminadas a beneficiar a quienes más lo necesitan por medio de programas sociales que buscan cerrar brechas de desigualdad.
La Ciudad de México vive un momento de implementación de programas y políticas que promueven la justicia social, inclusión y el cuidado del medio ambiente. Este espíritu de comunidad se alinea con los valores que han caracterizado a la cultura mexicana: la solidaridad y la cooperación.
Desde la comunidad se puede desempeñar un papel clave en la promoción del bienestar común con el cuidado de las y los más vulnerables, a través de redes de apoyo o con reportes ciudadanos a líneas de emergencia, para la denuncia anónima o contra la violencia a la mujer y la extorsión, como las operadas en el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5): 911, 089, *765 o 55 5036 3301.
El Jubileo, aun cuando es una celebración profundamente tradicional, revela en esta edición la capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías en beneficio de la sociedad: las y los peregrinos pueden registrarse en línea y utilizar aplicaciones móviles multilingües para navegar los eventos. Además, el Vaticano presentó una mascota llamada “Luce”, inspirada en el anime japonés, con el objetivo de conectar con audiencias más jóvenes.
Históricamente, las conmemoraciones religiosas masivas han tenido un impacto significativo en las dinámicas sociales y económicas, con una mayor afluencia de personas a centros religiosos, lo cual representa una oportunidad de coordinación y colaboración entre Iglesia y autoridades para maximizar los beneficios de los programas sociales existentes.
Todas y todos tenemos la oportunidad de ser “Peregrinos de la Esperanza” y contribuir a un jubileo de la armonía social.