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COLUMNA

En camino

El pueblo y sus intérpretes

Las ideologías terminan en el basurero de la historia. Sean de izquierda o derecha. Quitan a Dios. Y sin Dios, todo está permitido. Incluso “el asesinato patriótico”

17 septiembre, 2024
El pueblo y sus intérpretes
Jaime Septién
POR:
Autor

Periodista y director del periódico católico El Observador de la actualidad. 

Cada día que pasa el populismo cualitativo que señala Umberto Eco como referente moderno del fascismo, se disfraza de formas diferentes de gobierno, pero todas con la misma factura: defender al pueblo. ¿Defenderlo de quién? Eso nunca se sabe, aunque siempre exista un enemigo designado: puede ser el rico, el extranjero, el pasado, el futuro o el invasor de hace siglos.

Eco, en un cuadernito editado por Lumen (Contra el fascismo), pone el acento en una realidad que resulta tristemente conocida en América Latina: el odio del populismo cualitativo a los regímenes parlamentarios; es decir, a las democracias basadas en contrapesos y balances. El “interprete” del pueblo termina siendo la única voz que “debe escucharse”. Todas las demás voces, especialmente las que disienten, o persiguen la conservación de los privilegios o son enemigos del progreso, de la transformación social que tiene como objetivo que la gente sea feliz (con el permiso y la obligación de serlo).

Venezuela y Nicaragua son dos claros ejemplos de esta deriva populista en la que el pueblo, de nuevo cito a Eco, “es solo una ficción teatral”. Está ahí, recibe dádivas, asiste a los actos multitudinarios y se emociona porque “por vez primera alguien lo reconoce y lo quiere”, ignorando que lo utiliza para un fin oscuro: quedarse en el poder para siempre.

Algo que no pueden aceptar es el pensamiento crítico. Quien ponga entre paréntesis las bondades de la izquierda bolivariana o de la izquierda sandinista – aunque se esté muriendo de hambre o en el exilio—es un palero al servicio del imperialismo yanqui o de la oligarquía. Las ideologías terminan en el basurero de la historia. Sean de izquierda o derecha. Quitan a Dios. Y sin Dios, todo está permitido. Incluso “el asesinato patriótico”.


Autor

Periodista y director del periódico católico El Observador de la actualidad.