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Cultura Bíblica

Evangelio del domingo 28 de julio 2024: el valor de la multiplicación de los panes

Por contraposición después de que todos se saciaron. Jesús les manda recoger los sobrantes y recogieron doce canastos

27 julio, 2024

Lectura del santo Evangelio 28 de julio 2024, según San Juan 6, 1-15

En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos.

 

Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: “¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?”. Lo decía para tentarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.

Felipe contestó: “Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo”.
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: “Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; ¿pero, qué es eso para tantos?”.

Jesús dijo: “Decid a la gente que se siente en el suelo”.

Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.

Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: “Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie”.

Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido.

La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: “Éste sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo”.

Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.

Palabra del Señor.

¿Cuál es el valor simbólico de las acciones mencionadas en este relato de la multiplicación de los panes?

Dentro del ciclo de lecturas “ciclo B”, la mayor parte del tiempo ordinario se lee el evangelio de San Marcos. Sin embargo, por varios domingos se interrumpe la lectura de este evangelio para leer el Capítulo 6 del evangelio de San Juan, cuyo tema de conjunto es Jesús verdadero pan del cielo.

Este capítulo inicia con el relato de la multiplicación de los panes. Los relatos del evangelio de san Juan  parecen  muy simples y fáciles de entender, pero en realidad contienen muchos elementos simbólicos que hacen relación con el Antiguo Testamento.

Concretamente este relato tiene tres grupos de acciones que tienen valor simbólico. El primer grupo es el de acciones relacionadas con el movimiento, el relato inicia con el paso de Jesús al otro lado del lago, lo cual nos recuerda el cruce del mar por parte del pueblo de Israel en el Éxodo. En este caso Jesús representa un nuevo Moisés que guía al pueblo en el Éxodo definitivo.

Otra acción dentro de este grupo es estar sentado, Jesús se sienta como soberano y maestro, el pueblo se sienta para comer, es decir es un pueblo libre que es servido por los discípulos del Señor. El segundo grupo de acciones está muy ligado al movimiento, son acciones de conocimiento. Las personas siguen a Jesús porque habían visto sus señales. Jesús tenía ya sabido lo que haría aquella tarde por la gente.

Una vez realizado el signo de la multiplicación de los panes, las personas expresaron que este era el profeta que había de venir a este mundo, pero Jesús conociendo que lo querían proclamar rey huyó al monte él solo.

El tercer grupo es de verbos relacionados con la comida y observamos que inicia con la deficiencia desproporcionada, “ni doscientos denarios serían suficientes para que cada uno comiera un pedazo de pan”, y ante el ofrecimiento de cinco panes de cebada y dos pescados, “pero ¿qué es esto para tanta gente?”. Por contraposición después de que todos se saciaron. Jesús les manda recoger los sobrantes y recogieron doce canastos. En resumen, Jesús, nuevo Moisés, alimenta al pueblo que ya está libre pero éste falla en quererlo hacer rey.