Una palabra de aliento en los momentos difíciles
Pedir ayuda a otra persona no es un signo de fragilidad. Nuestra fuerza interna sigue ahí, únicamente necesitamos apoyo para retomar nuestro camino.
Coordinador del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5 CDMX).
Las palabras son sumamente poderosas. Tienen la habilidad de expresar lo que pensamos, de crear historias de lo que aún no ha sucedido, de dejar el testimonio de la vida e historia de los profetas, y por supuesto, también tienen la capacidad de darnos paz en los momentos más difíciles.
Sin embargo, es complejo que lo que nos diga nuestra familia, amigos y conocidos coincida con lo que necesitamos escuchar en una situación de crisis. Cada mente es un mundo, los problemas nos afectan de diferente manera a unos y otros y por más que tratemos de convencernos para tener tranquilidad, a veces necesitamos un soporte más robusto.
¿Qué podemos hacer entonces? ¿A quién podemos acudir además de nuestras redes de apoyo más cercanas, a la oración, a la conversación interior y a nuestra comunidad? ¿Dónde encontrar una voz empática, cercana, que nos entienda y nos apoye? Es necesario considerar también recurrir a la ayuda profesional, sin pena, sin vergüenza. Las y los psicólogos son personas especializadas en dar herramientas para resolver conflictos, dar consejos basados en el trabajo verificado y empírico.
Pedir ayuda a otra persona no es un signo de fragilidad. Nuestra fuerza interna sigue ahí, únicamente necesitamos apoyo para retomar nuestro camino mental y espiritual.
Recordemos también que no somos los únicos que podemos sentirnos desanimados durante la pandemia por COVID-19. En el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, hemos brindado contención emocional a 13 mil 756 personas desde el primer caso confirmado de COVID-19, el 28 de febrero de este año, hasta el día de hoy. Todas nuestras atenciones en la Línea de Seguridad y en el Chat de Confianza 55 5533-5533 han sido gratuitas y en diferente horarios del día y de la noche.
La mayoría, es decir el 44.1 por ciento nos refieren que necesitan resolver problemas con su familia o su pareja, posiblemente derivado de la mayor convivencia por el confinamiento. Después, el 35 por ciento ha tenido una afectación en sus emociones, debido a todos los cambios que la contingencia ha traído consigo. También hemos apoyado a quienes han perdido a un familiar, a quienes incluso han sido víctimas de agresión en su hogar o quienes reconocen tener una adicción al alcohol o a otras sustancias.
Han sido momentos complejos, pero siempre hay una solución. Además de lograr tranquilizar a las personas, nuestro equipo de psicólogas y psicólogos han brindado 235 terapias vía digital, para mantener las medidas de prevención y sana distancia. Además hemos dado 27 capacitaciones y pláticas a empresas, grupos vecinales y dependencias de gobierno.
La comunicación y el apoyo comunitario es indispensable para formar una red de apoyo que cobije y aliente a todas las personas. El conocimiento interior y espiritual también es un trabajo constante que debemos construir día a día. Pero, también es importante pedir información certera, cercana y empática a quienes saben cómo proteger la Salud Mental. Para eso estamos en el Consejo Ciudadano: para escuchar a quien lo requiera, dar aliento y recordar que la fortaleza no es nunca sentirse mal, sino que es reponerse y continuar pese a la adversidad.
*Salvador Guerrero Chiprés (@guerrerochipres) es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.
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