Esa tarde en el parque, una pareja discutía…
Escoge por novio a un joven que respete a sus padres, pues se respetará a sí mismo, y te respetará a ti, mujer…
Esa tarde soleada, en una banca del parque, una pareja discutía, ya con los sentimientos alterados:
- ¿Quieres que te demuestre que soy hombre? Alardeó desafiante el muchacho a la bonita y educada joven.
- Sí. – Respondió ella firmemente. – Pero no con poses machistas, por favor
- ¿Cómo? ¿qué quieres decir con eso?
- Sí, demuéstralo, pero no con presunciones, sino con respeto y gallardía, como sólo un caballero puede tratar a una dama.
- (Y todavía con un dejo de mofa y altanería, agregó): ¿Y que no estás viendo a un caballero?
- Un caballero es aquel, que no busca impresionar con sombreros ajenos, ni coleccionar, o conquistar a muchas mujeres, sino el que sabe amar solo a una, de mil maneras…
… No hubo más palabras, ni miradas, sólo el vacío y lágrimas
Esa misma noche, en casa pero todavía con sentimientos de congoja, ella preguntaba:
- Abuelo, ¿qué difícil es conseguir un buen novio? ¿Cómo lo puedo escoger?
- (Con una mirada profunda y cariñosa, le contestó): Escoge por novio, – e hizo una tierna pausa, – a un joven que respete a sus padres, pues se respetará a sí mismo, y te respetará a ti, mujer…
… No hubo más palabras, solo abrazos, suspiros y lágrimas…
MÁS ARTÍCULOS DEL AUTOR:
¿Quién nos quitó la sotana?
Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.