¿Cuándo inicia la vida humana? ¡Esto es lo que dice la ciencia!
La vida humana comienza al terminar la fecundación, y esto no es una hipótesis o una teoría, es un hecho científico perfectamente probado.
Soy Profesor de Bioética y de Fisiología, investigador en Endocrinología de la reproducción.
En la historia de la Medicina, el producto de la concepción ha sido tratado, al igual que la madre, como un paciente más. Por ello existe la especialidad de Gineco-Obstetricia y, más recientemente la Perinatología, que está dedicada al cuidado del embrión y del feto. Sin embargo, hasta los años sesenta del siglo pasado había muy pocos datos científicos para saber cuándo empezaba la vida de un nuevo ser humano.
Se sospechaba que la fecundación iniciaba la vida de un nuevo ser, por lo que el respeto al embrión y al feto eran totales. Actualmente la ciencia dispone de multitud de datos, existen ecografías de cuarta dimensión y fetoscopías, y todos los datos científicos respecto a cuándo se inicia la vida humana coinciden, sin que exista uno sólo para poder dudar, indicando que la vida de un nuevo ser comienza al terminar el proceso de la fecundación o no comienza nunca.
Paradójicamente, ahora es cuando menos se respeta la vida del embrión humano, y hay más opiniones contrapuestas sobre el inicio de la vida. Pero la ciencia no se basa en las opiniones de científicos, sino en datos experimentales, que en este tema son muchos y unánimes.
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El que la vida humana comienza al terminar el proceso de la fecundación no es una hipótesis o una teoría, es un hecho científico perfectamente probado, sin que exista un sólo dato científico en contra que pueda hacer dudar.
El declarar que el embrión desde que inicia su desarrollo posee todos los elementos para considerarlo un ser humano, es una afirmación absolutamente demostrable por la ciencia.
En los libros de texto de Medicina o Biología se señala que el comienzo de la vida es a partir de una sola célula llamada cigoto. Todo científico serio, en base a lo que indican los datos científicos, afirma que la vida humana comienza en el momento de la fecundación.
En contra sólo existen argumentos ideológicos o mitos “científicos”, basados en afirmaciones científicamente inexactas. Sin embargo, en algunos medios científicos se argumenta que el embrión no es un ser humano hasta una determinada fase de desarrollo posterior a la fecundación. Pero ello no indica que en la Ciencia haya disparidad. La Ciencia no se basa en opiniones, sino únicamente en los datos científicos.
También en los años cuarenta del siglo pasado, algunos científicos alemanes discrepaban de los hechos científicos para acomodarse a la ideología nazi, y utilizaban argumentos para discriminar a los judíos, afirmando que eran una subraza humana, en contra toda evidencia científica.
En nuestros días, algunos pretenden discriminar también al embrión y al feto, diciendo que no es un ser humano hasta un cierto desarrollo, a pesar de la multitud de datos que existen. Lo hacen para justificarse ante ciertos actos suyos que están destruyendo embriones, como investigar con embriones, recetar anticonceptivos que impiden la implantación del embrión, o la fecundación in vitro que implica una mortandad de más del 90% de los embriones formados en el laboratorio, enmascarando la realidad e induciendo a la confusión sobre cuándo empieza la vida humana. Para ello, realizan afirmaciones inexactas sobre el inicio del a vida, que nunca se apoyan en datos científicos.
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El desarrollo durante la gestación comprende dos periodos, primero el embrionario que termina al final de la octava semana (2 meses), cuando ya se han formado todos los órganos, excepto los genitales que se completan al 4° mes. Al final de este periodo ya hay actividad cerebral, su corazón late desde el día 19 a 21 (3 semanas) y se mueve lentamente dentro de la madre, aunque todavía no lo nota al ser demasiado pequeño (2 centímetros y 10 gramos), cosa que lo hará a partir del 4° mes cuando mide unos 46 cm y pesa unos 100 g.
El segundo periodo es el fetal, que va del 3º al 9º mes. Durante los tres primeros meses de este periodo se produce la maduración de sus funciones, de forma que al 6° mes se completa casi totalmente. En ese mes el feto comienza a soñar, ya que se registra el llamado sueño REM (siglas en inglés de Movimientos Oculares Rápidos). Como en un adulto se producen varios periodos de ensoñación durante la noche, que cada uno dura unos 10 minutos y hay un rápido movimiento de los ojos, mientras el cuerpo suele estar relajado. Se considera que el sueño REM participa en los procesos de almacenamiento de recuerdos, de aprendizaje y de organización de la información. Finalmente, los últimos tres meses del periodo fetal son de un crecimiento intenso, de forma que pasa de unos 35 cm y 1 kg al 6° mes, a unos 50 cm y 3 kg al nacer (de 2.5 a 4.3 kg).
Algunos de los hechos científicos aceptados por todos sobre el inicio de la vida son: el cigoto es la etapa unicelular de un nuevo ser humano, que tiene una información genética distinta al de sus progenitores, aunque los genes proceden de ellos. El conjunto de genes o genoma que se forma en la fecundación es igual al de los quinientos billones de células de cuando sea adulto, y en ellos está grabada la organización, el desarrollo y las características del nuevo ser, incluso su tendencia a enfermedades. El embrión es un organismo con unidad funcional a través de factores de intercomunicación entre sus células y, por lo tanto, es un individuo vivo.
Para el tamaño del embrión en las primeras fases del desarrollo no se precisa un sistema nervioso central, como tampoco lo tiene una medusa, lombriz, ameba, estrella de mar. Pero hay una comunicación intercelular que les permite la unidad funcional, lo que permite un crecimiento unitario, de forma que cada célula sabe la posición que ocupa dentro del embrión, siendo parte de un todo y cada una se diferencia y ordena en una arquitectura propia de cada etapa.
El cigoto tiene plena capacidad de desarrollo en un medio adecuado, como se ve en los huevos de rana, tortuga o aves, aunque estas últimas mejoran la eficiencia al cuidarlos para que no se los coman y los incuban cuando hace frío para que no mueran. En humanos y mamíferos el embrión se desarrolla dentro del útero para cuidarlo, calentarlo y además le aporta alimentos para su desarrollo.
El desarrollo de un individuo es un proceso continuo e ininterrumpido, que va pasando por las distintas etapas: cigoto, embrión bicelular, mórula, blastocisto, embrión implantado, feto, niño, púber, adulto, viejo. El cigoto tardará 14 días en implantarse, 3.5 meses en completar la placenta, 9 meses en ver la luz, 1 año en andar, 2-3 años en hablar, unos 7 años en razonar, 12-15 años en ser fértil, 50 años en cesar la producción de óvulos si es una mujer.
El cuerpo del ser humano cambia desde la fase de cigoto hasta la muerte, es un cuerpo en evolución que mantiene su identidad en las distintas etapas de su vida. Pero es el mismo individuo en todas las etapas, que son estadios de la misma realidad.
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Para terminar, los avances de la ciencia indican que existe un diálogo molecular materno-filial durante el embarazo, que se inicia desde el segundo o tercer día de vida del embrión, a través de diversos factores producidos por el embrión y el feto. Éstos interaccionan con la madre, para que produzca diversas sustancias, que el embrión utiliza para su implantación, desarrollo y supervivencia.
Los datos científicos actuales han desterrado viejas ideas, como que el embrión es una masa amorfa de células que se multiplican. Los datos recientes de la embriología demuestran que la diferenciación se inicia en el embrión bicelular, y que desde el 2° día de vida existe un diálogo molecular entre la madre y el embrión.
Es el hijo quien dirige su desarrollo y controla a la madre a través de diversos factores producidos por el embrión. Gracias a ello, el embrión consigue implantarse y sobrevivir en el útero de la madre, que por su sistema inmunológico tendería a rechazarlo, al ser un ser genéticamente distinto a la madre.
Los avances de la ciencia demuestran que el embrión coordina su desarrollo y sobrevive en comunicación con la madre, siendo el embrión quien lleva la iniciativa, al interaccionar con la madre para promover su anidación y su desarrollo, evitando que sea rechazo.
En los primeros 14 días, el embrión es un ser vivo, con todos los medios para vivir. Y eso ocurre sin aparecer aún el retraso menstrual. Si alguien tiene alguna duda fundada sobre si el embrión es un ser humano o no, por el principio de prudencia o de precaución, en caso de duda se debe optar por el respeto de su vida y actuar velando por su desarrollo. A menos que se pudiera demostrar científicamente que el embrión no es un ser humano, su vida debe ser respetada y tutelada desde su inicio.
El Dr. Francisco Javier Marcó Bach es Profesor de Bioética y de Fisiología, investigador en endocrinología de la reproducción.