Asumir el reto
Como responsables de la crianza es bueno conocer lo que ocurre en las redes sociales y ayudarles a elegir desafíos que estimulen la creatividad y su desarrollo emocional e intelectual.
Coordinador del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5 CDMX).
El primer aviso que tuvo Azucena fue ver a su hijo de 14 años pasar más tiempo de lo normal encerrado en su habitación, pendiente del celular y alejado de las actividades familiares. Cuando ella y Armando, su esposo, trataron de hablar del tema con Jorge, el adolescente se molestó y profundizó el aislamiento. Con paciencia, sin juzgarlo ni reprenderlo consiguieron abrir la coraza que había interpuesto el joven.
Entonces supieron que con otros amigos de la escuela y otros menores de edad a los que conocieron en redes sociales planeaban realizar el reto conocido como “el que se duerme al último gana”. Ese desafío, viralizado recientemente, consiste en ingerir medicamentos controlados que producen somnolencia, como el clonazepam, y justamente el ganador es quien resiste más tiempo despierto.
Sin embargo, este tipo de fármacos pueden provocar mareos, pérdida del equilibrio, problemas de coordinación, dificultad para pensar o recordar, visión borrosa y, en sobredosis puede ocasionar la muerte. Azucena y Armando sabían de otros retos que se han originado en redes sociales, que buscan ser divertidos, ganar seguidores para quienes los realizan, pero pueden tener desenlaces inesperados y fatales.
La prevención, el diálogo y el acompañamiento con las hijas e hijos —herramientas que promovemos desde el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México por medio de la Línea de Seguridad y Chat de Confianza 55 5533 5533— son fundamentales para ayudarles a fortalecer su seguridad y hacer un uso responsable de las redes sociales.
Crear un clima de confianza, en el que la madre o el padre sean el primer apoyo al que recurren los menores ante un problema es muy importantes, y para ello, la empatía e interés por sus actividades digitales, sin censura ni prohibición, puede ser adecuado.
Hablar con ellas o ellos sobre las consecuencias de los retos virales, además, establecer horarios, definir espacios apropiados según la edad para navegar, así como monitorear el consumo digital a través de aplicaciones de control parental.
Como responsables de la crianza es bueno conocer lo que ocurre en las redes sociales y ayudarles a elegir desafíos que estimulen la creatividad y su desarrollo emocional e intelectual.
Ahí está el reto.
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