El pan de cada día
Danos el pan de cada día, es decir: ni el de mañana ni el de ayer, que uno tal vez se llene de moho y el otro ya estará duro
SI HOY DOMINGO TE COMES una manzana, y mañana lunes te comes dos, y cada día que pasa ingieres el doble del anterior, para el próximo domingo ya tendrías que comerte ¡128 manzanas!; y al llegar el fin de mes no habría manzanas en todo el mundo para cumplir el reto carpófago tan loco como imposible… SI TE PREGUNTAS POR QUÉ te distraigo con argumento tan banal como absurdo, te diré que no hay razón alguna, pero me sirve de pretexto para recordar una preciosa y sabrosa petición que Jesús nos enseñó en la oración dominical: Danos el pan de cada día, es decir: ni el de mañana ni el de ayer, que uno tal vez se llene de moho y el otro ya estará duro… EL HERMANITO MAYOR corrigió con toda lógica al menor cuando hacían –de rodillas ante su cama- la nutritiva petición, pues como queriendo ser previsor, le preguntó por qué no pedían el pan para toda la semana: no seas burro, si pedimos el pan de toda la semana ¡se hace duro!… LA PROVIDENCIA DIVINA siempre superará a nuestra ambición humana por una sencilla razón: nuestras formas y medidas por definición son limitadas y finitas, y aspiran a ser rápidas (¡se acaban o se llenan, o caducan!), las de Dios son paulatinas, progresivas, ilimitadas e infinitas; de tal modo nos ha proyectado, que ni tiene prisa para darnos y nunca concluye de mostrarnos su bondad… LA PREVISIÓN HUMANA –entendámonos adecuadamente- no se opone a la providencia divina, pues mientras Dios se muestra grande en su generosidad, y más que esperar la superabundancia veamos que nos da siempre lo necesario, hemos de corresponder con el mejor aprovechamiento y la buena administración de cuanto nos concede, pues quien desperdicia no merece que se le dé, y quien no comparte no merece que se le haya dado… CON TODA CONFIANZA y sencillez a plena vista, me dijo aquel empresario pidiendo una disculpa: Mire padre, no he dado mi diezmo porque estoy dando prioridad a mantener el trabajo y sueldo de mis quince empleados; ya Dios proveerá para que pueda aportar a la Iglesia como yo sé que Dios mismo me pide y como yo quiero hacerlo de todo corazón… UNO DE LOS HOMBRES más ricos que ha pisado estas tierras mexicanas tuvo origen franco-hispano, y llegando aquí con 17 años de edad, progresó en el campo de la minería sorteando mil adversidades y contratiempos; su historia está salpicada con emprendimientos osados sin perder el sentido de la salvación de su alma, y tal vez el lema familiar nos ayude a entenderlo en su mística personal: Dios da a Borda y Borda da a Dios… JOSEPH GOUAUX DE LA BORDE SÁNCHEZ (tal es su nombre original) nació concluyendo el siglo XVII; es conocido por haber erigido la parroquia de Santa Prisca y San Sebastián en Taxco, pero también financió otros templos y llevó adelante numerosas obras de caridad basadas en una humildad reconocida por figuras prominentes de la época; mal –muy mal- que numerosos historiadores se gozan tachándolo de explotador cruel y despiadado, olvidando que –según comentario que recientemente me hicieron- murió vistiendo hábito franciscano… LA SITUACIÓN COMPLEJA que ha crecido con las medidas adoptadas por el nuevo gobierno de los Estados Unidos, merecía una previsión que debió calcularse en nuestra propia tierra, pues enaltecer a quienes envían remesas a sus familiares no hacía sino reconocer una política fallida; hoy urge una atención y solución que no se quede en dar unos cuantos pesos para aliviar la emergencia, hoy urge –como siempre- que busquemos el pan de cada día en la generación de trabajos dignos y estables, para no tener que ir a buscarlo lejos… POR SUPUESTO QUE quiero seguir rezando lo que aprendí desde pequeño y que a mis doce años aprendí en latín (“panem nostrum quotidianum da nobis hodie”); con el pasar de los años rápido aprendí que quien reza a Dios en serio también se pone a trabajar en serio, con anhelos de progresar pero sin ambición ciega y desmedida… SI HOY ME PUEDO COMER una manzana, le pido a Dios que mañana pueda compartir otra, y que pasado mañana podamos seguir produciendo manzanas, y que a la siguiente semana tal vez podamos disfrutar una tarta de manzanas, y que así como su providencia no se acaba, tampoco nos cansemos de compartir y administrar tanto y tan bello que nos da cotidianamente…