Fe, caridad y esperanza nos vinculan a Jesús

DE INICIO QUIERO AGRADECER tu buen corazón, tu cercanía y preocupación por quienes están sufriendo las consecuencias del temporal tan tremendo en diversos regiones del país; no tengo la menor duda que ya has aportado, y lo seguirás haciendo, para mitigar las carencias y pérdidas materiales, y –más aún las afectivas y espirituales- de tantos hermanos en necesidad… LA TAREA PRIMORDIAL de estas líneas y páginas es alentarnos en la fe, fortalecer la esperanza y avivar la caridad; mal andaríamos con quedarnos en el mismo y propio campo de otros medios, cuya tarea es denunciar atrocidades, exigir derechos, dar a conocer injusticias, promover el bien común, y ojalá que lo sigan haciendo con la valentía y claridad que les ha de distinguir… TANTO LA FE, COMO LA ESPERANZA y la caridad nos vinculan a Jesucristo, Salvador de todos los hombres, y queremos vivir tales virtudes en el estilo mismo en que Él mismo nos enseñó, pues por la fe también procuró la salud física de sordos y ciegos, de leprosos y tullidos, por la esperanza acudió en auxilio del endemoniado y perdonó los pecados de quienes suplicaban misericordia, y por la caridad se hizo cercano a todos con su enseñanza y su compasión… DE AHÍ QUE AL AGRADECER tu buen corazón –como señalé al principio- no sólo es por tu colaboración material en tantos centros de acopio que ya están funcionando en parroquias, colegios y otras instituciones de la iglesia, sino –sobre todo- por tu cercanía espiritual y afectiva a quienes han perdido lo material, pero que se levantarán al experimentar tu cercanía y fraternidad espiritual… YA SE HA SEÑALADO en diversos medios y por variadas voces, la deficiente prevención con la que el Gobierno de México –en sus diversos niveles- ha tratado ésta y otras tragedias, así como la atención lenta e inadecuada que viene a agravar lo provocado por la naturaleza… SI DE ALGO SIRVIERA ECHAR piedras acusatorias al pasado lejano, yo mismo aportaría algunas cuantas, pero es el pasado reciente el que no ha mejorado los sistemas de prevención y apoyo a víctimas de unas y otras calamidades y desastres; se ha dicho que es ruin andar buscando culpables de las lluvias –nadie lo es- y se quiere borrar la exigencia del cumplimiento de responsabilidades: no nos confundamos, pues ahora resulta más dañina la negligencia de autoridades que los efectos propios de lluvias e inundaciones… MUCHO DESEO QUE EL DOLOR y desamparo que sufren tantos compatriotas en esa región pronto pase, pero me pregunto: ¿es solución darles unos cuantos pesos cuando ni siquiera hay en qué gastarlos con efectivo provecho?; y yo mismo me respondo: es más ruin dar ahora como dádiva heroica lo que no se dio antes como justicia elemental… LAS CONSECUENCIAS DE OTIS –aquel huracán que devastó Acapulco- no acaban de pasar cuando ya aparece otra situación de desastre y emergencia sin que se dé una previsión adecuada, y pregunto: ¿no es una ruindad mayor querer seguir “tapando los hoyos con pintura”?, es decir, seguir maquillando una falta rotunda de responsabilidad y mantener esquemas de populismo que disfraza de generosidad lo que no supo ni quiso hacer en promoción previa… APRECIADO LECTOR: al tiempo que te invito a seguir apoyando a hermanos en necesidad, también te animo a que apoyado en tu fe, esperanza y caridad, ni toleres ni solapes a quienes buscan o exigen tu silencio sin escucharte en serio, a quienes teniendo una responsabilidad pública y social solo ven culpables y enemigos en quienes les exigen resultados… UNA BUENA PREVISIÓN para futuras y atroces calamidades (no hablo de lluvias o terremotos, sino de calamidades políticas y sociales) está al alcance de tu mano, en tu capacidad para elegir un cambio de rumbo y una mejoría auténtica de resultados; no podemos evitar ningún ciclón, pero si podemos prevenir y atender sus consecuencias con autoridades que no sigan el camino de Poncio Pilato…