San Miguel Arcángel: la iglesia más famosa de San Miguel de Allende
Es la iglesia más conocida del pueblo mágico, pero, ¿conoces su historia?
Quienes visitan San Miguel de Allende, pueblo mágico en Guanajuato, pueden ver desde lejos las altas torres de la parroquia de San Miguel Arcángel, que es la más reconocida de este lugar. Lo que pocos saben es que las torres no son originales de la iglesia, sino que son creación de un arquitecto autodidacta que transformó este templo inspirándose en una postal.
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La historia de esta parroquia comenzó en 1542 cuando el franciscano Fray Juan de San Miguel fundó la villa de San Miguel El Grande, como primero se le conoció a este lugar. Este momento está recreado afuera del templo con la escultura de Fray Juan consolando a un indígena de las tribus chichimecas que habitaban este sitio.
La parroquia inicialmente se edificó hacia 1555, pero padeció un gran deterioro, por lo que se demolió y se volvió a construir hacia 1709, con un estilo barroco-plateresco. La restauración fue dirigida por el arquitecto Marco Antonio Sobrarías.
Tras su reconstrucción, volvió a ser el principal centro de fe de la ciudad, aunque nuevamente cayó en deterioro, y por esta razón, a petición del obispo, se tuvo que modificar su fachada hacia 1880.
La remodelación estuvo a cargo de Zeferino Gutiérrez Muñoz, un albañil que tenía fama en San Miguel por sus obras. Se dice que Zeferino guardaba celosamente una postal de la Catedral de Colonia, en Alemania, y en ella se basó para restaurar la parroquia de San Miguel de Allende.
Le añadió arcos ojivales, sus espigadas -y ahora famosas- columnas, varias agujas y nichos con esculturas estilizadas. Así pasó del barroco al estilo neogótico, con cantera rosa extraída del extinto volcán de Palo Huérfano. La restauración hecha por Zeferino concluyó en 1890.
La obra le generó múltiples críticas, entre ellas de historiadores y académicos, aunque otros lo halagaron. Un especialista en arquitectura de aquellos años, Guillermo García, escribió: “le faltan 20 metros de altura y le faltan cientos de toneladas para alcanzar la esbeltez ojival pero es encantadora en su candidez. La parroquia de San Miguel simboliza el talento nuestro para nacionalizar los estilos.”
Zeferino Gutiérrez falleció el 23 de marzo de 1916, fue una de las víctimas de una epidemia de tifo que ocurrió durante la etapa revolucionaria de México.
Desde entonces, la parroquia, con sus inconfundibles arcos y columnas, se ha convertido en símbolo de la ciudad. Vale la pena destacar que entre las personalidades que han cantado en las Misas y ceremonias de este templo figura Pedro Vargas, apodado el Tenor Continental, ya que él vivió en San Miguel de Allende, hasta su muerte.
Este tenor tuvo la dicha de cantarle en privado a san Juan Pablo II, en la entonces Delegación Apostólica, durante su primer viaje a nuestro país.