Ritual para encender la Corona de Adviento 2023
Encender las velas de la Corona de Adviento es una de las tradiciones que nos prepara para Navidad. Te decimos cómo hacerlo.
Un ritual para encender la Corona de Adviento en 2023 puede ser una hermosa tradición que ayuda a celebrar y prepararse espiritualmente para la temporada navideña.
Tenemos tradiciones muy bellas para preparar la Navidad: poner el nacimiento, las posadas, las pastorelas, los villancicos y, por supuesto, encender las velas de la Corona de Adviento.
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Significado de la Corona de Adviento
¿Cómo es la tradición de la corona de Adviento?
La Corona de Adviento es una costumbre europea que propicia la oración en familia en torno a Cristo. Una corona de pino, adornada con motivos navideños y con cuatro velas (tres moradas y una rosa) que nos sirve para encender una vela cada domingo de Adviento y sentir que poco a poco se van disipando las tinieblas ¡hasta que se enciende Cristo, luz del mundo!
La Corona se lleva a bendecir a la Iglesia el primer domingo de Adviento y después se coloca en un lugar digno de la casa, la mesa del comedor por ejemplo, y en torno a ella se reúne la familia a hacer oración.
Oración para encender la Corona de Adviento
Canto: Pueden cantar un villancico o poner una grabación y tratar de seguirla todos juntos.
Jefe de la casa: En esta familia amamos al Niño Jesús y por eso queremos prepararnos debidamente a su santo nacimiento. Que este momento de oración que hacemos en familia nos ayude a tener nuestro corazón mejor dispuesto para que Jesús nazca en nuestros corazones en esta Navidad.
(En seguida uno de los miembros de la familia enciende solemnemente la vela correspondiente, de tal forma que cada domingo se encienda una nueva vela que se unirá a la luz de las demás que se han encendido)
Aclamación: ¡Ven, ven, Señor, no tardes!
Todos: ¡Ven, ven, que te esperamos!
(Aplausos)
Lectura: En seguida otros miembro de la familia lee una lectura del Evangelio:
Primer domingo de Adviento 2023 – 3 de diciembre
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (1,1-8)
Éste es el principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. En el libro del profeta Isaías está escrito:
He aquí que yo envío a mi mensajero delante de ti,
a preparar tu camino.
Voz del que clama en el desierto:
“Preparen el camino del Señor,
enderecen sus senderos”.
En cumplimiento de esto, apareció en el desierto Juan el Bautista predicando un bautismo de arrepentimiento, para el perdón de los pecados. A él acudían de toda la comarca de Judea y muchos habitantes de Jerusalén; reconocían sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.
Juan usaba un vestido de pelo de camello, ceñido con un cinturón de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Proclamaba: “Ya viene detrás de mí uno que es más poderoso que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo”.
Segundo domingo de Adviento 2023 – 10 de diciembre
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (1,1-8)
Éste es el principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. En el libro del profeta Isaías está escrito:
He aquí que yo envío a mi mensajero delante de ti,
a preparar tu camino.
Voz del que clama en el desierto:
“Preparen el camino del Señor,
enderecen sus senderos”.
En cumplimiento de esto, apareció en el desierto Juan el Bautista predicando un bautismo de arrepentimiento, para el perdón de los pecados. A él acudían de toda la comarca de Judea y muchos habitantes de Jerusalén; reconocían sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.
Juan usaba un vestido de pelo de camello, ceñido con un cinturón de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Proclamaba: “Ya viene detrás de mí uno que es más poderoso que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo”.
Tercer domingo de Adviento 2023 – 17 de diciembre
Lectura del Santo Evangelio según San Juan (Jn 1, 6-8. 19-28)
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.
Éste es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: “¿Quién eres tú?” Él reconoció y no negó quién era. Él afirmó: “Yo no soy el Mesías”. De nuevo le preguntaron: “¿Quién eres, pues? ¿Eres Elías?” Él les respondió: “No lo soy”. “¿Eres el profeta?” Respondió: “No”. Le dijeron: “Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?” Juan les contestó: “Yo soy la voz que grita en el desierto: ‘Enderecen el camino del Señor’, como anunció el profeta Isaías”.
Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: “Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?” Juan les respondió: “Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias”.
Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba.
Cuarto domingo de Adviento 2023 – 24 de diciembre
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (Lc 1, 26-38)
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”.
María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?” El ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios”. María contestó: “Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”. Y el ángel se retiró de su presencia.
Padre Nuestro…
Rito de la paz
Señor Jesucristo que viniste a traer tu paz al mundo, danos tu paz. (Se dan la paz con un beso, o un abrazo).
Ofrecimiento:
(Preparamos la Navidad con nuestra oración, pero también con nuestras obras buenas. En este momento cada miembro de la familia ofrece hacer una buena obra en esta semana, dice cual y la anotan en un papelito. Si la obra buena se cumplió se coloca el papelito en la cuna del Niño Jesús en el nacimiento, como paja calientita que acogerá al Niño en la Navidad.)
Oración final:
Que nuestras responsabilidades terrenas no nos impidan, Señor, prepararnos a la venida de tu Hijo, y que la sabiduría que viene del Cielo nos disponga a recibirlo y a participar de su propia vida. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.
Canto: Villancico.