¿Por qué Santa Verónica es patrona de los fotógrafos?
Santa Verónica es considerada patrona de los fotógrafos, de las hiladoras y las lavanderas.
Santa Verónica es patrona de los fotógrafos debido a que durante la Pasión de Cristo, salió al encuentro de Jesús durante su camino al Calvario. Ahí, enjugó con un lienzo su sangre y sudor; de esta forma, en el lienzo quedó milagrosamente impreso el Santo Rostro de Cristo.
Aunque los cuatro evangelistas no mencionan a Santa Verónica y su acto piadoso, este episodio es mencionado en el Evangelio Apócrifo de Nicodemo también conocido como Actas de Pilato.
Según la tradición, en el siglo VIII, el Papa Juan VII consagró en Roma una capilla llamada Sancta María in Verónica, y el emperador Tiberio, quien padecía una severa enfermedad, quedó curado de su mal a través de la reliquia de la Verónica, es decir, con la imagen sagrada de Jesús ensangrentado que quedó impresa.
La Iglesia tomó esta conmovedora escena entre los siglos XIV y XV, al concederle a Verónica la VI Estación del Viacrucis, y mucho antes, Dante Alighieri (1265-1321) en el canto XXXI de la Divina Comedia, correspondiente al Paraíso, la menciona de este modo: “Como aquel que acaso viene de Croacia, (un país lejano) para ver nuestra Verónica y no se cansa de contemplarla a causa de su antigua fama, antes bien dice para sí mientras se la enseñan: Señor mío Jesucristo, Dios verdadero, ¿era tal vuestro rostro?”.
En realidad, la palabra Verónica describe al lienzo, pues el nombre de ella era Berenice; Verónica se usó por vez primera en las Actas de Pilato y procede del latín: vera icon (verdadero ícono); de ella se sabe que nació en Cesarea de Filipo y que vivió en Jerusalén, y tras la pasión de Cristo se fue a Roma llevando consigo esta reliquia. Cuando falleció, dejó el lienzo al Papa Clemente I, quien fue el cuarto pontífice de la historia de la Iglesia, entre los años 89 y 97.
Al parecer, Berenice se casó con Zaqueo, el pequeño publicano de Jericó que cita el Evangelio de Lucas (19), y juntos partieron hacia Roma y luego a Francia, donde murieron, teniendo como única evidencia el hecho de que en Rocamadour se veneran las reliquias de Zaqueo y de Santa Verónica
Las huellas históricas de este velo se pierden en el tiempo hasta que apareció en el año santo del 1600, en la iglesia de la Santa Faz de Manopello, en Italia, que atendían los frailes menores capuchinos. Al parecer, había sido robado de Roma.
Santa Verónica es considerada como patrona de los fotógrafos, de las hiladoras y lavanderas.
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