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¿Por qué noviembre es el mes de la santidad en la Iglesia Católica?

Noviembre es el mes de la santidad en la Iglesia Católica. Conoce su origen, su sentido y por qué invita a orar por los santos y por las almas del purgatorio.

7 noviembre, 2025
¿Por qué noviembre es el mes de la santidad en la Iglesia Católica?
En noviembre recordamos a los santos y oramos por las almas del purgatorio: un mes para renovar nuestra fe y caminar hacia la santidad.

Cada mes del año, la Iglesia Católica dedica una devoción especial que nos ayuda a crecer en la fe. Noviembre, por ejemplo, es el mes en el que se nos invita a intensificar la oración por las benditas almas del Purgatorio, pero también es un tiempo que nos recuerda que todos estamos llamados a la santidad.

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¿Por qué noviembre es el mes de la santidad en la Iglesia Católica?

Este mes comienza con una celebración muy especial: la solemnidad de Todos los Santos, una fecha en la que recordamos a todos aquellos que, con su vida y testimonio, demostraron que alcanzar la santidad es posible, aunque parezca una meta lejana.

En noviembre también reflexionamos sobre lo que hay más allá de esta vida, pues nuestra fe cristiana nos enseña que existe una vida eterna, pensada y querida por Dios desde toda la eternidad.

Mons. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, nos dice que el mes de noviembre “nos habla del después de la muerte… y después de esta vida, hay otra que dura para siempre”. ¿Y cómo se consigue? Esta vida eterna se alcanza “por medio de nuestra fidelidad, de nuestra respuesta positiva al don de su amor, y de la humildad con que recibamos su misericordia, pues somos pecadores”.

El Catecismo de la Iglesia Católica, en su número 2013, nos recuerda: “Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad”.

A través de la santidad, el ser humano puede disfrutar verdaderamente de la vida, porque esta tiene su fuente en Dios, quien es amor.

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¿Cómo comenzó la Fiesta de Todos los Santos?

Esta celebración tiene sus raíces en el siglo IV, cuando la Iglesia comenzó a recordar a quienes habían entregado su vida por Cristo.

Los primeros indicios se encuentran en Antioquía, donde la conmemoración se realizaba el domingo posterior a Pentecostés. Sin embargo, en el siglo IX, el Papa Gregorio III estableció el 1 de noviembre como la fecha oficial, coincidiendo con la consagración de una capilla en la Basílica de San Pedro, dedicada “a los Santos Apóstoles, mártires, confesores y a todos los justos hechos perfectos que descansan en paz en todo el mundo”.

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¿Qué es la Comunión de los Santos?

En nuestra Profesión de Fe proclamamos que creemos en la Comunión de los Santos. Con esta expresión afirmamos dos realidades: por un lado, la unión eterna con Dios en su gloria, que es el fin último de esta comunión; y por otro, la participación en las “cosas santas”, es decir, en los dones espirituales que Dios concede a su pueblo.

Mientras los bienes materiales nos separan por sus límites, los dones divinos —infinitos— pueden compartirse entre todos. Así, la Eucaristía se convierte en un anticipo de la liturgia celestial que Cristo celebra con los santos en el cielo.

Noviembre es el mes de la santidad, un tiempo para mirar hacia el cielo con esperanza. La Iglesia nos invita a recordar a los santos que ya gozan de la presencia de Dios y a orar por las almas del purgatorio que caminan hacia ella. Pero también nos recuerda que la santidad no es un privilegio de unos pocos, sino una llamada para todos: para quienes viven su fe en lo cotidiano, en el trabajo, en la familia y en el servicio al prójimo.

Vivir noviembre con fe es abrir el corazón a la misericordia de Dios y dejarnos transformar por su amor, recordando que también nosotros estamos llamados a ser santos.



Autor

Lic. en Lengua y literaturas hispánicas por la UNAM, con experiencia en edición digital y redes sociales. Ha sido editora de los sitios web Padres e hijos, Cocina Fácil y colaborado en National Geographic y Muy Interesante. Actualmente es editora en la Diócesis de Azcapotzalco y es reportera en Desde la Fe.