¿Por qué sor Juana de la Cruz podría ser santa sin tener un milagro comprobado?
En el proceso de canonización de sor Juana se han instruido 3 causas diferentes; las dos primeras tuvieron que ser canceladas.
Sin la existencia de un milagro obrado por su intercesión, sor Juana de la Cruz será beatificada en virtud de un decreto promulgado por el Papa Francisco. Este es una forma poco usual de beatificación, pero entendible por la fama de santidad de esta religiosa española de los siglos XV y XVI, de cuyos estigmas, recibidos de Jesús, se desprendían aromas exquisitos, según se cuenta.
Sor Juana de la Cruz fue una de las figuras más relevantes de la Iglesia Católica de su época, quien contaba con abundantes dones y carismas, como los dones de inspiración, bilocación y sanación. Además del don de lenguas: siendo analfabeta, llegó a ser asesora del Imperio Español.
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Con la aprobación del culto inmemorial, se celebrará a la próxima beata cada 3 de mayo, día de su nacimiento (3 de mayo de 1481); también día en que hizo su profesión religiosa (3 de mayo de 1497), y de su fallecimiento (3 de mayo de 1534).
¿Quién fue sor Juana de la Cruz?
Nacida en Azaña (hoy Numancia de la Sagra) en el día de la Santa Cruz, fue bautizada con el nombre de Juana Vázquez Gutiérrez. En 1496, escapó de su casa vistiendo ropa de hombre y llegó a Convento Franciscano de Cuba de la Sagra, al cual ingresó formalmente justamente el día de su cumpleaños, a los 15 de edad, con el nombre de Juana de la Cruz.
Fue durante sus primeros años en el convento, que sor Juana de la Cruz comenzó a experimentar un éxtasis de espíritu y a registrar los estigmas cristianos. A pesar de no saber leer ni escribir, su predicación del Evangelio era tan profunda que llamó la atención de muchos, pero especialmente del Cardenal Jiménez de Cisneros, Primada de España y Regente de Castilla, quien la nombró consejera.
Sor Juana de la Cruz murió el 3 de mayo de 1534 con fama de santidad, y fue sepultada en la puerta del comulgatorio del convento.
3 procesos de canonización
En su camino a los altares se han instruido tres causas diferentes de canonización. El primer proceso de canonización no llegó a término debido a que el Papa Urbano VIII hizo un cambio en las normas y eliminó la vía del culto inmemorial, el cual establecía que si a los 100 años de muerta una persona, el pueblo la aclamaba como santa, era canonizada de forma directa.
Esta primera causa de canonización de sor Juana de la Cruz se habría podido acoger a este precepto; sin embargo, cuando las normas cambiaron, aún no se cumplía un sigo de su muerte, habían transcurrido apenas 96 años.
El segundo proceso de canonización tuvo como base un libro intitulado “Conforte”, que reúne las predicaciones de sor Juana de la Cruz, y cuyo propósito es confortar la fe de los sencillos: está integrado por 72 sermones que forman un ciclo litúrgico completo, e incluyen una bellísima recreación teatralizada del cielo.
Ese segundo proceso, conocido como el Proceso de Toledo, tampoco tuvo éxito porque cuando el Vaticano solicitó el libro original, éste no apareció, ya que el Rey Felipe II lo había llevado a la biblioteca del Monasterio del Escorial.
Así pues, el 18 de marzo de 2015 el Papa Francisco firmó nuevamente el decreto de virtudes heroicas de sor Juana de la Cruz -lo cual correspondería ya al tercer proceso de canonización-, y que ha dado como resultado la promulgación del decreto de beatificación de la sierva de Dios sor Juana de la Cruz, conocida como “Santa Juana” de Cubas de la Sagra, Madrid (España).