El Cristo que iba a ser fusilado y hoy intercede por las familias en conflicto
Soldados federales sustrajeron al Cristo de la Iglesia para fusilarlo, sin embargo, la imagen se hizo tan pesada que terminaron abandonándola.
Durante la Guerra Cristera que se desató en México entre 1924 y 1928, soldados del Ejército federal llegaron a la Iglesia de San Nicolás Tolentino, ubicada en el pueblo de San Nicolás Totolapan, en la actual alcaldía Magdalena Contreras, y sacaron al Cristo de la Reconciliación con la intención de fusilarlo para destruirlo en su totalidad.
Los militares, respondiendo a las órdenes del presidente Plutarco Elías Calles, se enfilaron cargando al Cristo, de un peso aproximado a los 120 kilogramos con todo y la cruz, hacia el paraje conocido como El Molinito para cumplir con su cometido de ejecutarlo.
Sin embargo, cuenta la tradición religiosa, conforme avanzaban los soldados, la imagen de Jesús Crucificado se hacía más pesada, lo que retrasaba su marcha, hasta que llegó el momento en que la imagen religiosa se hizo tan pesada que fue abandonada por sus “captores”.
Luego de que el contingente militar se retiró de la zona, los pobladores se encargaron de rescatar al Cristo de la Reconciliación para devolverlo a la parroquia y colocarlo nuevamente en su lugar.
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¿Cómo llegó el Cristo de la Reconciliación a San Nicolás Totolapan?
Entre 1759 y 1788, el Rey de España, Carlos III, envío como un regalo especial a la República Mexicana ocho cristos que fueron llevados a diferentes partes del país a fin de que se difundiera de manera amplia la devoción por ellos y se constituyeran como un elemento central para promover la fe católica.
En un primer momento, las ocho imágenes se entregaron al convento de San Francisco de Asís en la ciudad de Pátzcuaro, Michoacán; fueron los frailes Franciscanos quienes se encargaron de donar uno de esos cristos a la Iglesia de San Nicolás Tolentino en 1850.
¿Cuáles son las características del Cristo de la Reconciliación?
El Cristo de la Reconciliación es una imagen de la época colonial, del siglo XVIII, de un autor desconocido. La técnica utilizada en su tallado es de madera policromada al temple y terminada con pasta de hoja de maíz y cuyo peso aproximado, junto con la cruz, es de 120 kilogramos.
De acuerdo con la información obtenida por una restauración que se le realizó al Cristo en 2004 por restauradores egresados del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en él se encontraron vestigios de pintura de aceite, de uñas y de pasta de hojalatería de carro.
Asimismo, señala el reporte presentado por María del Pilar Cordero Zamora y David Salvador García Meneses, también se descubrió que el brazo izquierdo es de otro material porque se quemó por descuido debido a que una vela encendida lo alcanzó.
El Cristo de la Reconciliación es considerado patrimonio de la humanidad y es un signo representativo del pueblo de San Nicolás Totolapan, de la alcaldía Magdalena Contreras, además de tener un valor histórico y artístico invaluable.
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Un Cristo con varios nombres
Desde su llegada al pueblo, el Cristo ha tenido cuatro nombres: El Divino Salvador, El Buen Maestro, El Señor de la Agonía y El Señor de la Misericordia.
Fue el 29 de febrero de 2008 cuando el Vicario Episcopal, Monseñor Jonás Guerrero Corona, en una ceremonia solemne y ante la presencia de los pobladores, le otorgó el nombre de El Santo Cristo de la Reconciliación, estableciendo además que su fiesta se celebrará el primer domingo de marzo.
Oración al Cristo de la Reconciliación
Bendícenos en cada hora Cristo de la Reconciliación,
en nuestras enfermedades y pobreza,
en nuestras pruebas y desolaciones,
en nuestros quebrantos e infortunios.
Escucha nuestra voz,
atiende nuestra plegarias,
ven pronto en nuestro auxilio,
en el de nuestras familias y de nuestros
intereses temporales y eternos.
En ti confiamos Cristo de la Reconciliación
y, de tu misericordia infinita,
esperamos alcanzar el remedio
en nuestras necesidades.
Cristo de la Reconciliación
en ti confiamos.