Así puedes vivir este Jueves Santo en casa
Por segundo año, debido a las restricciones sanitarias por el COVID-19, la celebración será diferente.
El Jueves Santo la Iglesia celebra la Misa de la Cena del Señor, con la que se recuerda que Jesús instituyó la Eucaristía durante la Última Cena, en la que nos enseñó que Él está presente en el pan y en el vino consagrados; además en esta fecha estableció el Sacerdocio Ministerial al decirle a los apóstoles, “hagan esto en memoria mía” (1 Cor. 11,25); asimismo, este día les lavó los pies a sus discípulos para mostrarles el mandamiento del amor y del servicio.
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¿Qué se celebra el Jueves Santo?
Este año la celebración del Jueves Santo será muy diferente, ya que debido a las disposiciones de las autoridades sanitarias la tendremos que realizar desde nuestro hogar, acompañados solamente de nuestra familia.
Por ello, la Comisión de Liturgia y Espiritualidad de la Arquidiócesis Primada de México presentó una guía para, que en compañía de tu familia, adornes tu hogar y celebren en comunión espiritual.
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Así puedes celebrar este Jueves Santo
El color litúrgico a utilizar este día es el blanco o plateado. Decora la mesa del comedor con algún mantel o listón de color blanco o plateado. Se sugiere también poner en el centro una pieza de pan y copa de vino que simbolice la Institución de la Eucaristía, además de colocar algunas velas a los costados. Si tienes una imagen o cuadro de la Última Cena puedes ponerla cerca de esta mesa.
Lavatorio de los pies
Para el lavatorio de los pies cada jefe o jefa de familia puede lavar los pies a los miembros de su familia como signo de la importancia del servicio al interior y exterior de su casa, para ello solo necesitaras una tinaja con agua y una toalla.
Institución de la Eucaristía
En torno a la mesa de su comedor, donde han puesto el vino y el pan, el jefe o jefa de familia puede compartirla entre los miembros de la familia. En una breve oración pueden agradecer por la presencia de Jesús en medio de su hogar.
Visita de las 7 Casas
Como un momento simbólico podemos hacer siete llamadas a personas o familiares que se encuentren enfermos, con los que estemos distanciados o consideremos que necesiten ser escuchados en estos momentos de reflexión espiritual.
La Comisión de Liturgia y Espiritualidad de la Arquidiócesis Primada de México sugiere que se coloque una vela en puertas, ventanas o balcones durante la celebración familiar.
Una segunda propuesta
La escritora Alejandra Sosa en su artículo 9 propuestas para vivir en casa el Triduo Pascual sugiere:
En la mañana:
1. Los Jueves Santos en la mañana suele celebrarse en Catedral la Misa Crismal, en la que se bendicen los Santos Óleos que se llevan a todas las parroquias para ser empleados en los Sacramentos del Bautismo, Confirmación, Unción de Enfermos y Ordenación. Acuden todos los sacerdotes y renuevan su compromiso sacerdotal. Este año, debido a la pandemia de coronavirus, puedes hacer dos cosas.
La primera: ver en televisión o internet la que presida el Papa o el obispo. La segunda, dedicar un tiempo para orar por todos los sacerdotes.
En la tarde:
Este día se conmemora el momento en que Jesús instituyó la Eucaristía, es decir, cuando por primera vez, durante la Última Cena, transformó el pan y el vino en Su Cuerpo y Su Sangre, lo cual significa que desde entonces, cada vez que se consagra el pan y el vino, conservan el mismo aspecto, pero ya no son pan ni vino, sino el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesucristo, es decir, que no se trata de una representación o un símbolo, sino que el Señor está realmente presente en la Eucaristía.
Hoy en día muchos católicos no creen en esto, piensan que la Hostia es simplemente un pan, comulgan sin comprender lo que reciben, mejor dicho, a Quién reciben. Por eso es importante recordar por qué creemos esto, y para ello conviene tomar un momento este día para leer el capítulo 6 del Evangelio según san Juan. Fíjate cómo Jesús usa un lenguaje muy claro, y cuando los que lo escuchan lo toman al pie de la letra y se alejan de Él, no les dice que lo malinterpretaron, sino insiste todavía más en lo que está diciendo.
Lee también el relato de la Última Cena que narra el Evangelio (por ejemplo en Mt 26, 26-28; Mc 14, 22-24; Lc 22, 19-29; 1Cor 11, 23-27).
Y si quieres profundizar en este tema, lee lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica (ver C.E.C. # 1322-1419).
En la noche:
Después de la Misa de la Institución de la Eucaristía, se retira del Sagrario el Copón que contiene las Hostias Consagradas, y se traslada hacia lo que se conoce como ‘monumento’, que es un altar decorado con velas, flores y elementos que aluden al pan y al vino (espigas, uvas). Se desnuda el altar y se queda abierto el Sagrario. Esto representa ese momento tras la Última Cena en la que el Señor fue aprehendido en el Huerto y llevado ante diversas autoridades.
En México acostumbramos realizar la ‘visita de las siete casas’, que consiste en ir a siete conventos o iglesias que tienen monumentos, y orar un momento para acompañar a Jesús. Pero como en esta ocasión no será posible realizar todo esto, puedes hacerlo de manera ‘virtual’. Se transmitirá en vivo para que los fieles puedan unirse a la adoración al Santísimo. Participa.
Apaga las luces de la casa, deja encendida sólo la pantalla donde se ve el Santísimo, y haz oración como la hubieras hecho en cada una de los siete conventos o casas que hubieras visitado.
Imagina que te trasladas en el tiempo al lugar donde tuvieron a Jesús detenido aquella noche de jueves. ¿Qué le dirías? No sería momento de pedirle favores. Toma en cuenta la situación en la que estaba. Dicen los Evangelios que en el Huerto Jesús sintió pavor y angustia; a tres de Sus discípulos les dijo que se sentía triste a morir. Luego clamó a Su Padre, sudó sangre, fue abandonado por Sus apóstoles, y aprehendido como si fuera un malhechor y llevado atado, entre empujones, golpes y maltrato. ¿Qué harías si pudieras simplemente sentarte a acompañarlo? Quizá consolarlo recordándole cuánto valió la pena Su sacrificio; también hacer oración en reparación: pedirle perdón por los pecados del mundo entero. En fin, dile lo que sientas en el momento, lo importante es que tomes un tiempo para estar con Él.