6 grandes aportaciones de la Iglesia Católica tras la Conquista
La Iglesia tuvo importantes aportaciones a las artes y la ciencia en nuestro país.
En el marco de la conmemoración de los 500 años de la llegada de Hernán Cortes a México, es de justicia recordar algunos acontecimientos que se derivaron de la llegada de los primeros religiosos a estas tierras, entre ellos, el interés que tuvo Fray Juan de Zumárraga, primer obispo de México, en traer la primera imprenta de América y de crear la primera universidad que hubo en nuestro país: la Real y Pontificia Universidad de México.
Zumárraga escribía en febrero de 1537: “No hay parte alguna de cristianos donde haya tanta necesidad de una universidad a donde se lean todas las facultades y ciencias y sacra teología… suplica a Su Majestad el obispo mande en todo caso establecer y fundar en esta gran ciudad de México una universidad, pues de ello hay más necesidad.”
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Dos años después de que cayera Tenochtitlán, en 1523, llegaron los tres primeros religiosos como predicadores, entre ellos, Fray Pedro de Gante, quien desde que se estableció en Texcoco, y luego cuando pasó a la ciudad de México, se preocupó por la enseñanza de los indígenas, y así fundó el primer colegio de nuestro país: San José de los Naturales, donde se enseñó artes y oficios.
Luego, con la llegada de los primeros 12 franciscanos, en 1524, se trabajó en la fundación del Colegio de la Santa Cruz, en Tlatelolco, la primera institución de educación superior en América, que comenzó a funcionar en 1536, y en donde durante 50 años prestó sus servicios Fray Bernardino de Sahagún, a quien se le debe gran parte del conocimiento de las culturas indígenas a través de sus escritos.
La imprenta llegó a México en 1539, tras largas gestiones ante Carlos V, en las que también participó el primer Virrey de Nueva España, Antonio López de Mendoza. El primer impresor de América fue Juan Pablos.
Por aquellos mismos años, la Corona española también creó en México la primera Casa de Moneda, que fue el antecedente de lo que sería la Real Academia de San Carlos de las Nobles Artes de la Nueva España, creada en 1781 por el rey Carlos III, inspirada en el modelo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, y esta institución se convirtió en la primera academia fundada en América, teniendo en sus instalaciones el primer museo de arte que se inauguró en Latinoamérica, y que con los años, llegaría a tener copias fieles de pinturas y esculturas propiedad del Vaticano, entre ellas, algunas obras de Miguel Ángel.